La provincia de Jaén ha perdido más de 40.000 habitantes en la última década

La provincia de Jaén ha reducido su población en más de 40.000 personas desde 2014, pasando de 659.033 a 618.678 habitantes en 2024, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente son 40.355 los jiennenses menos que hace diez años que hay en la provincia, un descenso supone una caída del 6,1 por ciento, aunque en el último año se observa una ligera estabilización con 1.564 habitantes menos respecto a 2023.

El informe confirma una tendencia a la despoblación que afecta a buena parte del interior andaluz, aunque con signos de recuperación en algunos núcleos urbanos y en áreas próximas a la capital provincial.

Entre los municipios jiennenses, Linares es el que más habitantes ha perdido desde 2014, con una reducción de 5.029 vecinos (de 60.290 a 55.261). Le sigue Andújar, que ha pasado de 38.549 a 35.619 habitantes, lo que supone una pérdida de 2.930 personas.

Otros municipios con caídas significativas en los últimos diez años son:

• Úbeda (-1.503 habitantes)
• La Carolina (-1.127)
• Jódar (-716)
• Cazorla (-800)
• Baeza (-538)
• Torredonjimeno (-775)
• Torredelcampo (-672)
• Alcalá la Real (-743)

Estos diez municipios concentran más del 40 por ciento de la pérdida total registrada en la provincia durante la última década, reflejo del éxodo juvenil y la falta de relevo generacional en el medio rural.

Jaén y Linares frenan sus caídas y remontan

La capital jiennense ha pasado de 115.837 a 112.074 habitantes en la última década, una pérdida de 3.763 personas. Sin embargo, por primera vez en años, Jaén capital registra un aumento interanual de 186 vecinos, un dato que rompe la tendencia negativa y evidencia un incipiente repunte urbano.

El entorno metropolitano (municipios como La Guardia de Jaén, Mengíbar o Los Villares) también muestra mayor estabilidad e incluso crecimiento, favorecido por el desarrollo urbanístico y las mejores conexiones viarias con la ciudad.

También llegan buenas noticias desde la ciudad de Linares, una de las más castigadas en las últimas décadas y que, sin embargo, en el último año ha visto incrementado su censo en 165 personas. El hecho de que las dos grandes ciudades de la provincia ganen población en un año en el que el territorio jiennense perdió más de 1.500 vecinos evidencia que el éxodo rural hacia urbes con todos los servicio sigue muy activo.

Los municipios que crecen

Aunque el saldo provincial sigue siendo negativo, algunos municipios han registrado un incremento de su población en el último año. Entre ellos destacan los siguientes:

• Jaén capital (+186 habitantes)
• Linares (+165)
• Torredelcampo (+73)
• Bailén (+53)
• La Guardia de Jaén (+43)
• Cazalilla (+33)
• Ibros (+27)
• Puente de Génave (+20)
• La Puerta de Segura (+20)
• Santisteban del Puerto (+15)
• Mancha Real (+10)
• Jimena (+9)
• Arquillos (+5)
• Baños de la Encina (+5)
• Pegalajar (+5)
• Torreperogil (+5)

Por el contrario, entre los municipios que más población pierden entre 2023 y 2024 están: Úbeda (-136) La Carolina (-120), Porcuna (-68), Villanueva del Arzobispo (-180), Castillo de Locubín (-61), Cazorla (-55), Torredonjimeno (-40), Pozo Alcón (-44), ( Baeza (-46), Martos (-89) y Quesada (-63).

El interior rural, epicentro del declive demográfico

Las zonas rurales del norte y el este de la provincia son las más afectadas por la despoblación. Municipios como Santiago-Pontones, Chiclana de Segura, Benatae o Aldeaquemada han perdido más del 20 por ciento de su población en diez años, en un proceso vinculado al envejecimiento, la falta de empleo juvenil y la cada vez más evidente carencia de servicios básicos.

La Sierra de Segura y parte de la Sierra Mágina encabezan la lista de comarcas más castigadas por el descenso de habitantes, pese a su potencial turístico y medioambiental.