La empresa Escayescos, afincada en Alcaudete y dedicada a la extracción, envasado y comercialización de productos de yeso, está cerca de emprender un proyecto en busca de nuevas reservas del mineral que constituye su savia. La Delegación Territorial de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía mantiene sometida a exposición pública, desde este viernes, información sobre las coordenadas geográficas que delimitan el área de la Sierra Sur que la compañía pretende explorar para aumentar sus fuentes de materia prima, algo en lo que tiene previsto invertir 68.769,2 euros. El plazo para presentar alegaciones concluye el próximo 2 de marzo. Si ningún interesado se personara en el expediente transcurrido ese periodo, Escayescos tendría vía libre por parte de la Junta para llevar a efecto su proyecto, publicado este viernes en el Boletín Oficial de Estado (BOE) y al que la empresa ha bautizado como Futuro.

La zona que se quiere explorar tiene una extensión de 8 cuadrículas mineras. Teniendo en cuenta que cada una equivale, aproximadamente, a 30 hectáreas, estamos hablando de una superficie de unas 240 hectáreas. Los terrenos se localizan en el paraje de la Sierra Llorosa-El Castillejo, dentro del término municipal de Alcaudete y cerca tanto de la carretera N-432 Granada-Córdoba como de la cantera que actualmente ya abastece de yeso a las instalaciones de la compañía. “Se trata por tanto de una apuesta que Escayescos S. L. quiere hacer en su actividad empresarial, y así asegurar unas reservas de material” para “poder hacer frente tanto a inversiones ya realizadas como a las futuras inversiones que se llevaran a cabo en la planta, en maquinaria y en personal”, según se explica en el proyecto.

Cuatro fases de investigación geológica-minera

La investigación geológica-minera, para la cual “se emplearán técnicas tradicionales, sin tener que recurrir a sofisticadas técnicas modernas por tratarse de un recurso -el yeso- de no difícil caracterización”, se dividirá en cuatro fases, a saber, recopilación de información -que consistirá en “la búsqueda especializada en librerías y centros de documentación de toda aquella información geológico-minera existente en la zona”-, investigación de superficie -geológica, geofísica y medioambiental-, investigación con medios mecánicos y, por último, análisis de resultados y propuesta final.

Con ello, se pretende determinar si existen o no “depósitos de materiales susceptibles de ser aprovechados como recurso minero” y, en caso de que sí, estudiar sus características sedimentológicas y sus posibilidades de comercialización, además de calcular su nivel de reservas e identificar cuáles son los lugares idóneos para establecer canteras o minas. Por último, en caso de que la investigación fuese exitosa “desde el punto de vista minero y ambiental”, se tramitará la solicitud de la consiguiente concesión de explotación al amparo de lo dispuesto en la Ley de Minas.

Se prevé que todos estos trabajos trabajos pueden llevarse a cabo en un periodo de tres años, que es el tiempo máximo que la legislación vigente permite conceder permisos de investigación sin contar posibles prórrogas. En cualquier caso, desde la empresa se considera ese tiempo “suficiente para alcanzar un conocimiento adecuado de los recursos” de la zona. El presupuesto se dividirá en cada uno de esos tres años: 13.753,84 los dos primeros y 41.261,52 el tercero.