Baeza recupera su muralla: la Junta impulsa su restauración y preserva su legado

El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Jesús Estrella, aludió a la “necesaria colaboración entre administraciones” para la puesta en valor “del importante legado cultural y patrimonial de nuestra provincia, que es aval de nuestro pasado y un valor singular de nuestro presente”.

Así lo subrayó en su visita a Baeza para conocer el resultado de las obras que la Junta de Andalucía ha financiado en el paño de la muralla localizado en la calle Sacramento del municipio. Acompañado por el alcalde de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Pedro Cabrera, y junto al delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, José Ayala, el delegado del Gobierno explicó que estas obras han sido posibles gracias a una ayuda extraordinaria cercana a los 50.000 euros para la puesta en valor de este Bien de Interés Cultural.

Las labores de conservación puestas en marcha por el Ayuntamiento baezano han consistido en la reintegración de huecos y el retranqueado respecto al aplomado de la muralla original, además de la coronación de la muralla para recoger el agua a través de unas gárgolas. Además, se ha puesto en valor el paso peatonal de la puerta situada entre el paño de muralla y la Puerta de Úbeda.

Estrella recordó que esta ayuda extraordinaria de la Junta de Andalucía al Ayuntamiento de Baeza se engloba en una subvención nominativa que asciende a 75.000 euros y que incluye otros dos proyectos: una intervención en el Museo de las Atarazanas y la colocación de un busto a Pablo de Olavide.

En cuanto al Museo de las Atarazanas, la intervención prevista busca eliminar las humedades aparecidas en este espacio por filtraciones. Para ello, el Ayuntamiento del municipio reparará con esta ayuda excepcional la cubierta del edificio y, además, adoptará las medidas necesarias para minimizar las humedades en los muros de sillería, provocadas por la condensación.

Por otro lado, esta subvención nominativa también va destinada a la colocación de un monumento en homenaje a Pablo de Olavide con motivo del tricentésimo aniversario de su nacimiento. El proyecto prevé la configuración de una estatua de bronce sobre peana de piedra en el entorno de la Iglesia de San Pablo, en cuya cripta descansan sus restos.