La revista Traveler propone visitar "la pequeña Pompeya íbera" en Jaén
PROVINCIA
Esta conocida publicación sobre viajes recomienda visitar el conjunto arqueológico que se encuentra en el término municipal de Vilches, donde historia y naturaleza se dan la mano
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Vilches/Pocas provincias como la nuestra pueden presumir de atesorar tantos siglos de historia en su territorio. La revista sobre viajes Traveler, de hecho, ponía en valor hace unos días un yacimiento arqueológico de lo más interesante. En un breve paseo por Despeñaperros, esta revista se detenía en el término municipal de Vilches, precisamente junto al segundo pantano más grande de la provincia. Allí, las ruinas de Giribaile otean el horizonte en una posición de vigía que ya alude a la importancia de su pasado más remoto.
Tal y como describen desde Traveler, este extenso yacimiento se encuentra prácticamente rodeado de olivos, casi "a orillas de este lago artificial en el que habita la colonia de cormoranes más grande de Andalucía, en un espacio delimitado por el oeste por la confluencia de los ríos Guadalén y Guadalimar". Los restos de este antiguo asentamiento y, sobre todo, los vestigios de una ciudad íbera han propiciado que en los últimos tiempos este lugar sea conocido entre los estudiosos del tema como 'la pequeña Pompeya'.
En realidad, sobre uno de los costados del embalse de Giribaile se extiende un imponente cerro donde resisten a los agentes meteorológicos los restos de la que pudo ser una de las mayores ciudad íberas de la provincia de Jaén, "de alrededor de 15 hectáreas". Frente a estas vistas privilegiadas, parece difícil imaginar siquiera el aspecto que debió de tener este poblado cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce, hoy tan solo un reflejo de "distintas etapas de los asentamientos íberos y romanos que han ocupado este rincón".
De aquella ciudad íbera del tamaño de varios estadios de fútbol, aunque resulte increíble, tan solo se observa a simple vista en la superficie de este campo yermo un 1%, en su mayoría correspondiente a una muralla. "Un oppidum oretano que en su época fue la importante ciudad de Orissia, conquistada por los romanos en el 90 a.C., y que es testigo de la huella íbera en esta zona, como confirma la cercana e importante ciudad iberorromana de Cástulo", apuntan desde la revista.
No obstante, el rastro íbero es una mínima parte del uso que han dado las diferentes civilizaciones a este entorno de Vilches. En concreto, "este cerro presenta además otras muchas pruebas arqueológicas del correr de los tiempos que nos pueden llegar a resultar muy atractivas". Se pueden admirar en Giribaile algunos de los muros y torres que formaban parte de un castillo almohade, una construcción militar ubicada en un lugar estratégico entre fronteras.
Sin embargo, si hay un elemento arqueológico que llama la atención sobre este cerro es el complejo eremítico que atrae a los más curiosos por sus diversas manifestaciones rupestres. "En uno de sus flancos, toda una serie de cuevas horadadas en la roca –conocidas como 'Cuevas de Espeluca' –fueron en su momento, durante la época visigoda y mozárabe, refugio de ermitaños y, en tiempos recientes, covachas que sirvieron de hogar provisional de temporeros de la aceituna". Entre sus pasillos y paredes se distribuye todo un sistema de canales con chimeneas, escaleras y ventanas que se abren en la propia piedra.
En definitiva, el yacimiento de Giribaile es un compendio de historia, arqueología y patrimonio que, aunque pasa ciertamente desconocido por muchos, "está dando los pasos para ser reconocido por su importancia y como punto de interés turístico dentro de la provincia". Desde luego, como los grandes tesoros, desafía al tiempo con su propia leyenda forjada bajo tierra y conocida únicamente por los más eruditos.
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