¿Sabías que el nombre de Jaén se exportó a otros dos continentes?
CURIOSIDADES
Existen dos ciudades, una en Perú y otra en Filipinas, que mantienen cierto vínculo histórico con la capital jiennense por su pasado como colonias españolas
De Cádiz a Jaén, qué historia hay detrás de los nombres de las 8 provincias andaluzas
Llevar el nombre de nuestra tierra por bandera no es una moda actual, ni mucho menos. En los últimos años los jiennenses nos hemos empeñado en dar a conocer esta provincia a lo largo y ancho del país con tal de desplazar esos estereotipos que el tiempo mismo ha dejado caer con un peso irrefrenable. Se podría decir que algo hemos conseguido en ese empeño, pero esa misión divulgadora de nuestra cultura llegó a cruzar mares y océanos en siglos pasados. Como si de un espejo se tratase, a un lado y al otro del mundo existen hoy dos ciudades que se unen con la capital jiennense al amparo de un mismo nombre.
A cualquier español con un mínimo de conocimiento en geografía nacional podríamos preguntarle dónde se ubica Jaén en el mapa para advertir rápidamente cómo señala el sur de la península ibérica. No ocurriría, sin embargo, de la misma manera si preguntamos a un jiennense cuál es la lozalización exacta de las otras dos ciudades que portan este nombre. Lo cierto es que tanto una como otra deben su toponimia a su pasado colonial con el reino de España, un vínculo que ha llegado hasta nuestros días incluso con un hermanamiento inconsciente entre las tres ciudades.
Los jaenenses de Perú
Para encontrar la primera de nuestras tocayas, habría que trasladarse hasta el continente americano, más concretamente hacia el sur. Justo en la selva del norte de Perú, en la región de Cajamarca, una ciudad ostenta la denominación oficial de Jaén de Bracamoros, capital de la provincia homónima. Por si fuera poco, se trata de la segunda ciudad más poblada de este departamento peruano con 170.000 habitantes, una cifra que supera considerablemente al censo existente en la andaluza.
En cuanto a su provincia, creada en mayo de 1828, es una de las trece que conforman el llamado departamento de Cajamarca, que cuenta con una población cercana a los 300.000 habitantes y una extensión territorial de alrededor de 5.232 kilómetros cuadrados. En sus constantes cambios de ubicación cabe destacar que a la hora de fundar la primera ciudad de este territorio indígena en el valle de Buchaón se hizo bajo el nombre de Nueva Jerez de la Frontera.
Tras varias idas y venidas en la conquista española de Perú, el pacificador Pedro de La Gasca realizó el traspaso de dicha conquista al capitán Diego Palomino en 1549, en la orilla del río Chinchipe. A esta villa se le dio el nombre entonces de Jaén en homenaje al origen de aquellos colonizadores, a cuyo reconocimiento se acobó añadiendo el apellido de Bracamoros en memoria de la tribu aborigen de la zona.
Su historia a lo largo del tiempo es tan extensa que casi podría equipararse a la de nuestra tierra. En uno de tantos paralelismo que cruzan el charco, la Jaén peruana se alza como un importante centro agrícola para la región, con importantes cultivos dedicados al movimiento comercial del arroz y el café. Frente al oro líquido de nuestros olivos parece que el sabor amargo del café nos acerque a esta otra parte del globo terráqueo.
Jaén en mitad de una isla del Pacífico
Justo en el continente asiático, en las islas filipinas, se encuentra nuestra segunda ciudad gemela. Filipinas fue una colonia española durante tres siglos, lo que propició que muchos de sus pueblos y rincones fuesen bautizados con el nombre de lugares españoles. La homónima jiennense, por ejemplo, es un municipio de la provincia de Nueva Écija, en la isla de Luzón, con una población que ronda los 65.000 habitantes.
Aunque en su origen formaba parte inicialmente como barrio dependiente de Gapan, Jaén nació como ciudad en torno al año 1865 y debe su nombre al gobernador español de Filipinas José María Camba, quien al parecer había residido en la Jaén española. La cosecha del mango contribuye a un alto nivel en la economía local, de nuevo en otra similitud con el sector primario presente en nuestra provincia.
En definitiva, podemos presumir de que nuestro legado cultural cruza las fronteras y navega mar adentro hasta otras costas. De hecho, no ocurre tan solo con la capital jiennense, pues existen varios casos similares con el nombre de algunas de nuestras localidades más cercanas. Incluso, la superpoblada ciudad americana de Los Ángeles fue fundada en su momento por un bailenense. Pero ese es otro capítulo para contar.
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