El bosque de un colegio en un pueblo de Jaén, amenazado por una tala para construir pistas deportivas: "Es nuestra seña de identidad"
Provincia
Vecinos denuncian que el proyecto en el colegio Santa María Magdalena supondría la eliminación de parte de árboles de más de 40 años
Familias de un colegio de Jaén denuncian años de infracciones: "Hay carencia de espacio por todos lados"
Un bosque centenario, con encinas, pinos y una historia íntimamente ligada a generaciones de escolares, está a punto de desaparecer o, al menos, gran parte de él. Ocurre en Mengíbar, en el patio del Colegio Santa María Magdalena, un centro educativo que era referente en la provincia por su compromiso con el medio ambiente. Hoy, ese mismo colegio es foco de una polémica que amenaza con borrar parte de su seña de identidad.
¿El detonante? La decisión del Ayuntamiento de construir dos pistas de tenis y un pabellón cubierto dentro del recinto escolar. La medida, aunque aparentemente está destinada a mejorar las instalaciones deportivas, esconde, según miembros de la comunidad educativa, “una operación con muchos más intereses”.
Una fuente que ha decidido permanecer en el anonimato por miedo a represalias ha compartido con Jaén Hoy, que, detrás de esta medida, se esconde el beneficio de un grupo de la población, pero no de esos pequeños, que van a perder su bosque en el que, hasta ahora, ha servido como espacio de juego, descubrimiento y conexión con la naturaleza para los alumnos. "Los que nos hemos criado aquí lo hemos hecho entre árboles y barro. Es lo que lo hace especial a este centro”, explica. Manuela Fernández, vocal de la AMPA y delegada de clase, expresa que, con este proyecto los niños van a perder esa libertad que durante años han disfrutado: "Van a construir un polideportivo enorme y unas pistas de tenis que estarán restringidas".
Según denuncian, el trasfondo va más allá de la mejora escolar. Para federar un club de tenis son necesarias dos pistas de tenis contiguas y creen que esa es la verdadera intención del proyecto. Los miembros de la comunidad educativa han pedido que se construya en otra zona, ante la negativa del Ayuntamiento: “Aunque hay más terrenos disponibles en el pueblo, dicen que no quieren esperar meses o un año por los permisos, como si un bosque que lleva ahí 50 años se pudiera eliminar por ahorrar 10 meses”.
Este nuevo pabellón, aunque se presenta como una mejora para el colegio, en realidad está concebido como una instalación multiusos para distintos colectivos ajenos al centro como miembros del club de tenis o parte del alumnado del instituto. Todo ello se plantea dentro de un colegio público de infantil y primaria, en un espacio con menores, muchos de ellos de corta edad, que "ni siquiera van a beneficiarse directamente de estas instalaciones". Además, señalan que permitir la entrada de personas adultas no vinculadas al ámbito escolar vulnera la normativa vigente.
El aspecto emocional también cala. “Desde los cinco años he estado en el colegio y es un sitio lleno de vivencias que estimula su imaginación”, afirma la vocal. Además, entre los árboles que podrían verse afectados, hay uno especialmente simbólico: un pequeño ejemplar plantado en memoria de Hugo, un alumno fallecido por cáncer hace tres años. Pese a que han prometido transplantarlo, no hay ninguna certeza de que esa planta sobreviva al proceso.
El colegio cuenta además con aulas específicas para alumnado con necesidades educativas especiales, como TEA. “A estos niños, el contacto con la naturaleza les beneficia enormemente. Quitarles eso por una pista de tenis es injustificable”, critica desde el anonimato.
La comunidad educativa denuncia también falta de transparencia. Aseguran que el proyecto se ha gestionado “bajo cuerda”. "La AMPA se reunió, vio bien la propuesta y no informaron a nadie. Ha sido una decisión unilateral", insiste Fernández. La fuente anónima denuncia que en su momento el propio director del centro se posicionó en defensa de los árboles, pero que ahora guarda silencio: “Hace unos años se quejaba por una poda y, ahora que los van a talar, no dice nada”.
Mientras tanto, la comunidad educativa no se queda de brazos cruzados. Fernández confirma que por ahora se están recogiendo firmas a través de internet para mostrar el rechazo vecinal al proyecto y que, hoy, está prevista una reunión con el alcalde, Juan Bravo, y representantes del colectivo Ecologistas en Acción, con la esperanza de abrir un diálogo real y explorar alternativas que respeten el entorno natural del colegio.
Por su parte, Bravo defiende que el daño al bosque "será mínimo, de tan solo unos cuantos árboles" debido a que la construcción de las pistas deportivas se realizará sobre la ya existente, y que, a cambio, "se transplantarán, si no se puede en el mismo, en el acerado, junto a el recinto".
También te puede interesar
CONTENIDO OFRECIDO POR AMAZON