La torre inclinada de la iglesia de la Magdalena de Jaén será reparada este año debido a sus grietas

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El párroco asegura que no hay riesgo de derrumbe, a no ser que trascurra el tiempo y no se actúe, entonces "sí podría haber problemas"

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Grietas en la iglesia de Santa Magdalena.
Grietas en la iglesia de Santa Magdalena.

Sobre una mezquita construida por Abderramán II en el año 825 se encuentra una de las iglesias más antiguas de Jaén, la de Santa María Magdalena. Una construcción del siglo XVI que ha visto pasar por su puerta todo tipo de acontecimientos históricos, desde guerras a inclemencias meteorológicas de todo tipo. Ahora, unos cuantos siglos después se encuentra con un grave problema estructural que afecta a la torre y varias bóvedas resquebrajadas como una telaraña de grietas de cuatro milímetros.

La torre de la iglesia se está inclinando, lo que ha provocado fisuras tanto en el exterior como en las cúpulas aledañas. Por ello, saltaron las alarmas cuando el espacio de las grietas era cada vez más evidente y empezaron a caer casquetes de yeso al suelo. La Iglesia tuvo que tomar medidas acordonando la zona. Entonces, se inició un estudio para evaluar de qué manera se podría actuar en la zona afectada.

"El problema se está agravando desde 2017, año en el que colocaron unos testigos de yeso que están rotos en la actualidad. Junto con las bóvedas ojivales, de nervios con relieves de dragones, otro de los elementos importantes que corren peligro es la torre campanario, cuyo remate octogonal es una intervención de Andrés de Vandelvira hacia 1555, con una cúpula de media naranja que recuerda al trabajo de los alarifes del mudéjar", explica el historiador de arte jiennense, José Antonio Mesa.

Bóveda de la iglesia.
Bóveda de la iglesia.

Los vecinos y la parroquia de este barrio humilde, perteneciente al casco histórico, hacen lo que pueden recaudando dinero para evitar que su iglesia pueda peligrar si no se actúa, pues las obras necesitan una gran inversión para reparar la torre. "La gente de la parroquia vamos haciendo actividades, la cofradía igual, los beneficios también van destinados a esto. El proyecto vale 45.000 euros. Para nuestra parroquia es el presupuesto de dos años, o hacemos cosas extraordinarias o es complicado", expresa su párroco, Juan Raya. Otro año más se han vendido las tradicionales rosquillas de San Blas, cuyos beneficios irán destinados a su reparación.

"Nosotros no queremos que se caiga la iglesia, estamos interesados en que haya una colaboración externa porque esta iglesia no recibe tantos ingresos, y sufragar los gastos que supone es complicado. La preocupación es como jiennenses por conservar nuestro patrimonio histórico", cuenta Ángeles Estepa, secretaria de la Asociación de Vecinos de La Magdalena. El estudio ha sido sufragado con apoyo del Obispado, sin embargo, las obras tienen que financiarse con los fondos de la parroquia.

Un estudio técnico de dos años

Tal ha sido la magnitud del estudio que durante dos años geólogos especializados han estado controlando el movimiento de la torre y han detectado movimientos de 0,4 milímetros. Además, con ordenadores y todo tipo de aparatos tecnológicos especializados, han observado la evolución de las grietas, y una vez han comprobado que se han estabilizado es cuando ya han podido concluir que se puede actuar. Por lo que el proyecto está en marcha por el arquitecto del Obispado que se encuentra en trámites y a espera de la licencia municipal.

"Han hecho muchas pruebas, un estudio de siete metros de profundidad en el suelo, y van a inyectar tres tipos de resinas debajo de los cimientos. Luego hay una cosa que descubrieron, porque hicieron unas catas arqueológicas, y es que solo tiene un metro de cimiento de la torre. Los geólogos dijeron que no es un gran problema porque toda la torre tiene una plataforma, parecida a las modernas", expresa el párroco.

Sobre las causas de de este desplazamiento apuntan a unas posibles humedades que llegaron a una altura considerable, debido al movimiento de agua en el raudal que pudo provocar movimientos en el terreno.

"La torre tiene un eje sobre el que gira la escalera, que es prácticamente una columna maciza que hace que se mueva toda la torre dos centímetros. El estudio nos marca distintos momentos en los que se ha movido, han estado mirando el nivel de agua del suelo. Me ha resultado muy llamativo y curioso el estudio porque es muy sofisticado", cuenta Juan Raya.

La empresa para iniciar las obras ya está contratada y, en cuanto tengan la licencia, esperan que antes de verano, iniciarán la intervención, aunque cree complicado que ocurra antes de Semana Santa. Mientras tanto, el párroco asegura que no hay riesgo de derrumbe, a no ser que trascurra el tiempo y no se actúe, entonces "sí podría haber problemas".

Vistas desde la torre.
Vistas desde la torre. / José Antonio Mesa
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