UPA exige medidas urgentes para frenar la crisis de precios en origen del aceite de oliva

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Jaén ha reclamado este martes la activación urgente de medidas de mercado para hacer frente a la insostenible situación económica que atraviesan los olivareros, especialmente aquellos del olivar tradicional, ante la persistencia de precios ruinosos en origen que ni siquiera cubren los costes de producción.

Durante la primera Comisión Ejecutiva de la organización tras el 11º Congreso celebrado a finales de junio en Martos, el secretario general de UPA Jaén y Andalucía, Jesús Cózar Pérez, ha exigido al Ministerio de Agricultura que aplique el artículo 167 bis del Reglamento 1308/2013 no para regular las futuras cosechas, sino para corregir el grave desequilibrio entre oferta y demanda que está ahogando al sector.

“Cada mes perdemos dinero mientras otros se benefician de nuestro trabajo”, ha denunciado Cózar, que considera que la situación está siendo “forzada artificialmente” para dejar fuera de juego al modelo de olivar tradicional. UPA defiende que deben establecerse precios justos para todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, pero subraya que el productor no puede ser siempre el más perjudicado.

Resultados de la campaña

Según la organización, en los nueve primeros meses de la campaña ya se ha vendido el 80% del aceite producido, lo que demuestra que no hay excedente, sino “especulación”. Cózar ha insistido en que no se puede utilizar el argumento de una gran campaña venidera para justificar nuevas bajadas de precios, ya que la próxima cosecha estará condicionada por factores como la vecería, las plagas, las altas temperaturas durante la floración y la sequía.

“El precio del aceite debe ser justo tanto para el productor como para el consumidor, pero por encima de todo debe situarse por encima de los costes de producción, que en el caso del olivar tradicional se sitúan en torno a los cinco euros por kilo”, ha subrayado el dirigente agrario.

UPA Jaén también ha mostrado su preocupación por los posibles recortes de entre el 15 y el 25% en la futura Política Agraria Común (PAC), según las informaciones que llegan desde Bruselas. La organización reclama, por el contrario, un aumento del presupuesto y una reestructuración de los fondos que refuerce los dos pilares principales de la PAC.

Otro de los puntos abordados por la Ejecutiva ha sido la necesidad de mano de obra en el campo y el papel crucial de la inmigración en las campañas agrícolas. “Sin inmigración no habría alimentación. Son ellos quienes sacan el trabajo adelante en el campo”, ha afirmado Cózar, que ha instado a garantizar una llegada de migrantes “ordenada y suficiente” para que el sector primario pueda mantenerse.