El Toril, el yacimiento romano de Alcalá, se abre en verano: "Es un proceso histórico y social muy enriquecedor"
Provincia
Curiosos de todo el mundo se suman al voluntariado arqueológico en el yacimiento de la Domus Herculana en Alcalá la Real
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Cada mañana de verano, en pleno corazón de Alcalá la Real, un grupo de personas dialoga con el pasado con herramientas sencillas: picos, cubos y palas. Lo hacen en El Toril, un yacimiento romano que revelan secretos bajo el suelo urbano, pero que este año se ha abierto como nunca: a la gente, a la curiosidad, al aprendizaje compartido.
No se trata solo de una excavación arqueológica, sino que es una auténtica experiencia comunitaria. Apasionados de la historia se suman como voluntarios a los trabajos que desde noviembre se desarrollan en este rincón del municipio. “Se encuentra en el centro urbano, y el yacimiento es la Domus Herculana”, explica Carlos Calvo, arqueólogo municipal. “Sabíamos de su existencia desde el siglo XIX, cuando se encontró allí la escultura del Hércules, pero no fue hasta 2007 cuando comenzaron las intervenciones arqueológicas”.
La excavación actual, en su tercera fase, está arrojando los resultados más espectaculares y monumentales hasta la fecha. Según Calvo, “los trabajos nos han confirmado que estamos ante un asentamiento urbano romano, con viviendas y un gran edificio público de más de 400metros cuadrados, aunque aún no sabemos su función exacta”. A eso se suma la aparición de monedas, cerámicas, útiles de hueso. En definitiva, pequeñas piezas que reconstruyen la vida cotidiana de otro tiempo.
Pero si algo distingue a esta campaña no es solo lo que se encuentra, sino cómo se encuentra. Este verano, el Ayuntamiento decidió abrir la excavación a la ciudadanía a través de un programa de voluntariado arqueológico. La idea no era nueva, desde 1997 se han realizado en el municipio un total de 23 campos de trabajo arqueológico. Sin embargo, este 2025 se convierte en la primera edición que se realiza en un yacimiento romano dentro de la ciudad. “Nos pareció una oportunidad perfecta para acercar este patrimonio a la población”, indica Calvo.
La respuesta ha sido inmediata. En la primera semana participaron 22 personas, y cada día se suman más, animadas por el boca a boca. “Hemos recibido solicitudes incluso de fuera de la provincia, como Córdoba y Granada. La gente nos llama, nos escribe, y nosotros encantados”, cuenta el arqueólogo. “La única condición es tener más de 16 años y ganas de aprender. No hace falta experiencia”.
La diversidad de los participantes también se deja notar. Como explica David Expósito, director de las intervenciones arqueológicas, “desde principios de julio contamos con un grupo de la asociación Verde Sur, un voluntariado internacional". Principalmente, el grupo mayoritario lo conforman jóvenes de Turquía, pero también hay voluntarios procedentes de Polonia, Rumanía, Ucrania o incluso de islas del Caribe.
Las mañanas se organizan con cuidado. Cada día, una vez llegan al yacimiento, se forman grupos reducidos que comparten zona para favorecer el contacto entre los participantes. A media mañana, se realiza una pausa para desayunar, donde se ofrecen una gran variedad de frutas y bebidas para paliar el calor y, una vez recuperadas las energías, más tierra y hallazgo. “Intentamos que sea una experiencia completa: excavan, documentan, trabajan con materiales, aprenden a distinguir fragmentos, a entender lo que ven”.
“Nosotros intentamos devolverles algo, enseñándoles cómo se excava, cómo funciona la arqueología, pero también les acercamos a cómo se vivía aquí en época romana”, añade Expósito. Entre las actuaciones que están llevando a cabo los voluntarios se encuentran la excavación de una habitación descubierta en campañas anteriores y el edificio principal, una gran estructura cuya silueta monumental ya puede verse desde la superficie.
Para muchos, es la primera vez que participan en algo así. Para otros, un reencuentro con la historia. “Nos permite divulgar el yacimiento, pero también crear una conexión emocional con él. Que los vecinos sientan que forman parte del proceso, que el patrimonio es suyo”, destaca Calvo.
El Toril, que hasta hace poco apenas era conocido fuera de los círculos especializados, se convierte así en un lugar vivo, donde el conocimiento no se guarda en informes, sino que se comparte en voz alta, sobre el terreno. La arqueología, en este caso, no es solo una ciencia del pasado. Es también una herramienta de comunidad, de identidad y de futuro.
Hallazgos y participación
Las jornadas comienzan a las 8:00 y terminan a las 13:00 horas, con carpas, sombra, agua fresca y desayuno para garantizar la comodidad. Esta intervención forma parte de la unidad de ejecución del Toril, contemplada en el PGOU y vinculada a la futura recuperación del entorno de Consolación. Además, al finalizar la campaña, el Ayuntamiento organizará una presentación técnica y una exposición abierta con los hallazgos más destacados.
En un futuro, tal y como adelantó Expósito a Jaén Hoy, el Ayuntamiento de Alcalá la Real se encuentra trabajando en la adquisición de terrenos privados colindantes para poder extraer más información del asentamiento romano en el municipio.
Para apuntarse, basta con escribir al correo patrimonioymuseos@alcalalareal.es o llamar al 953 580 000 (extensión 260). En la inscripción se debe indicar nombre completo, semanas en las que se desea participar y talla de camiseta, ya que cada voluntario recibirá una camiseta y una gorra conmemorativas. El concejal de Patrimonio, José Moyano, subrayó que estas acciones demuestran que la participación ciudadana es clave para poner en valor el patrimonio, como ya ha ocurrido en otros referentes como Cástulo.
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