Este miércoles 21 de febrero se celebra el Día mundial del guía de turismo y en Jaén lo hacen con una visita guiada solidaria a la Iglesia de la Magdalena en Jaén. Promovida por la Asociación profesional de guías de Turismo de Jaén (APIT) y la Parroquia de la Magdalena bajo el eslogan 'divulgando el patrimonio, defendiendo el patrimonio', se celebrarán siete pases cada media hora desde las 17:00 hasta las 20:30 horas.Aunque la entradas es libre hasta completar aforo, desde la organización piden una aportación solidaria de cinco euros que se destinará, de manera íntegra, a los arreglos de urgencia que precisa la destacada iglesia jiennense.
Recorrido de la visita
La entrada incluye el acceso a la Iglesia de la Magdalena, la Iglesia de Santa Úrsula, los salones parroquiales (antigua clausura), el patio y la torre. Además, y excepcionalmente, los grupos visitantes podrán subir al campanario para conocer su historia y disfrutar de una excelente vista a la ciudad.
La Iglesia de la Magdalena
La Iglesia de la Magdalena es con seguridad la más antigua de la ciudad Jaén, al menos de las existentes, pues no en vano se edifica utilizando una mezquita anterior mandado construir por Abderramán II (825). De esa época cabe destacar el patio y el alminar.
La iglesia, edificada en estilo gótico, cuenta con cuatro naves, una más ancha que las demás, separadas por pilares irregulares no alineados. De pilar a pilar se voltean arcos apuntados, realizándose la cobertura por bóvedas de nervios con forma de lagarto, recordando la vecina leyenda del raudal, que apoyan en ménsulas sobre los capiteles.
Entre las obras de interés destacan las tallas policromadas del Calvario, atribuida a Jacobo Florentino o a Jerónimo Quijano; la del Cristo de la Clemencia, de Salvador de Cuéllar, realizada en 1593, y la de La Magdalena Arrodillada, de Mateo Medina, catalogada en 1572. Quedan restos de pintura cristiana, en irregular estado de conservación. Por último, no debe dejar de contemplarse la puerta de dos hojas de la portada principal, mandada hacer por el obispo Diego Tavera en 1555, aún magnífica a pesar del paso del tiempo.
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