El belén viviente de Fontanar que multiplica por cuatro la población de esta aldea de Jaén cada Navidad

La aldea de Fontanar, en el término municipal de Pozo Alcón, se engalana para convertirse en un belén viviente que cada año atrae a más de un millar de visitantes. La idea, inspirada en la obra de Sebastián Bonill, se hace realidad gracias al trabajo que durante todo el año desarrolla la Asociación Cultural ‘El Nacimiento de Fontanar’.

Unas doscientas personas participan activamente en esta espectacular puesta en escena que este 2025 se celebra el sábado 20 de diciembre a partir de las 18:30 horas.

La localización de 4.000 metros cuadrados por la que se reparten las diferentes escenas es uno de los fuertes de este atractivo turístico y cultural, ya que los actores —vecinos tanto de Fontanar como de Pozo Alcón— se distribuyen a lo largo y ancho de la zona de la rambla.

El alcalde de Pozo Alcón, Iván Cruz Lozano, cuenta a Jaén hoy que precisamente este es uno de los puntos más destacados: “el lugar del nacimiento es un escenario natural que mimetiza las diferentes escenas. Parece que de verdad la gente viviera allí. Es todo un viaje al pasado, en el que se pueden ver varios oficios artesanos, la mayoría de ellos perdidos u olvidados”.

Se refiere a trabajos como el de la herrería, la hilandera o la carpintería, labores completamente automatizadas en la actualidad que prescinden de la mano de obra humana.

Esta tradición navideña que recrea el nacimiento de Jesús no está exenta de las delicias gastronómicas que por estas fechas es posible catar en Pozo Alcón.

El público podrá degustar de manera gratuita algunos bocados en los diferentes puestos y escenas. “En la carnicería, por ejemplo, se asan los productos, mientras que en la panadería también es posible comer el pan o algunos dulces”, relata el alcalde del municipio jiennense.

A ello se suma la posibilidad de descubrir Pozo Alcón a todos los niveles: desde alojamientos rurales con vistas a la Sierra del Pozo hasta la variada gastronomía de la que hace gala su arraigado recetario tradicional, del que en estas fechas destacan platos como los roscos de cava, anís o vino, además de una bebida muy singular, la cuerva.

Con participantes de todas las edades, desde niños hasta ancianos, el belén viviente de Fontanar representa “un momento de encuentro entre los propios vecinos, además de la oportunidad de seguir promocionando el pueblo a nivel turístico”, asegura Iván Cruz Lozano. A ello se suman algunos animales, como la típica mula del portal de belén, o algunas cabras que traen los propios pastores de la zona.

Sin embargo, tal y como refuta el primer edil pozoalconeño, “cada vez hay menos animales, puesto que debemos respetar las leyes de protección actuales”.

El acceso a la ruta por este nacimiento viviente es completamente gratuito, con entrada libre hasta completar aforo. Fontanar, una pequeña aldea de Pozo Alcón, con apenas 350 habitantes, multiplica por más de cuatro su población a finales de diciembre desde hace ya casi veinte años gracias a esta iniciativa que forma parte de sus tradiciones propias y supone la oportunidad de descubrir un municipio que, si bien tiene muchos alicientes para el visitante, es todavía un gran desconocido para la mayoría.