Sala de espera
Jesús Vicioso
El día en el que no compré nada
VIAJAR POR JAÉN
Junto con Cádiz, Jaén es la única otra provincia de Andalucía que cuenta con dos catedrales en su territorio. Algo que, a nivel estatal, solo ocurre en Zaragoza, Salamanca, Lerida, Plasencia y Vitoria. Si la Catedral de Jaén es famosa por albergar el Santo Rostro de Jesús, la Catedral de Baeza lo es por asentarse en una declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, uno de los templos más emblemáticos de La Loma y Las Villas, se ubica en la monumental Plaza de Santa María, en el número 2, y supone una visita obligada si vas a descubrir esta ciudad destacada en el mapa turístico jiennense.
Conocida antiguamente como la iglesia de San Isidoro, este imponente templo fue declarado Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931. Tras la conquista cristiana de la ciudad por Fernando III en 1227, se cree que la antigua mezquita mayor fue consagrada primero y posteriormente derribada para construir la actual catedral.
La catedral presenta una compleja evolución constructiva que abarca desde el gótico tardío hasta el Renacimiento pleno, con al menos cuatro fases diferenciadas. La transformación más notable se debe al célebre arquitecto Andrés de Vandelvira, quien diseñó un espacio diáfano, elegante y luminoso, definido por pilares cruciformes, arcos de medio punto y las características bóvedas vaídas. Tras su muerte, las obras fueron continuadas por destacadas figuras como Alonso Barba o Francisco del Castillo.
Entre los elementos destacados del interior se encuentran la Capilla de los Biedma, con su espectacular bóveda gótica; la Capilla Dorada, ejemplo de ornamentación funeraria renacentista; y la bóveda del crucero, rematada en 1593 con representaciones de los evangelistas en las pechinas. Además, sobresalen las capillas renacentistas de la nave del Evangelio, como las de Santiago, San José y San Miguel, esta última atribuida directamente a Vandelvira.
El exterior de la catedral domina la Plaza de Santa María, configurando un espacio urbano de gran valor simbólico e histórico, donde se reunía el Concejo Abierto en la Edad Media. La torre campanario, reconstruida tras su derrumbe en el siglo XIX, destaca como hito visual en el paisaje de la comarca.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios