Descubre el Palacio Cobaleda-Nicuesa junto a la Catedral de Jaén: un edificio desconocido donde puedes celebrar tu boda
Cada martes organiza visitas guiadas abiertas a todo el público
Fue un descansadero de ganado y hoy es uno de los tesoros del barroco andaluz del siglo XVII

Jaén/Si te has quedado a las puertas de poder celebrar tu boda en los templos más cotizados por los novios de la capital, como la Iglesia de San Ildefonso o la Catedral de Jaén, o si estás pensando en hacer una celebración especial, organizar un congreso o encuentro profesional, hay más vida después de los típicos salones y espacios formales.
En pleno centro histórico de Jaén, a escasos metros de la imponente Catedral, hay, aunque pase desapercibido para la mayoría de los transeúntes, uno de los edificios más singulares y menos conocidos de la ciudad: el Palacio Cobaleda-Nicuesa. Con una historia que abarca más de cuatro siglos y unas instalaciones sorprendentemente grandes, el Palacio ofrece, además de visitas guiadas cada semana, la posibilidad de celebrar eventos de toda índole en su interior.
Un enclave histórico de valor incalculable
El Palacio Cobaleda-Nicuesa, también conocido como el ‘Palacio de los Espejos’ debido a los más de veinte espejos de gran tamaño que decoran sus interiores, es un ejemplo destacado del patrimonio arquitectónico de Jaén. Su fachada, atribuida al siglo XVII, aún conserva los elementos originales que definen su carácter señorial: una portada de medio punto custodiada por pilastras almohadilladas y coronada por un balcón flanqueado por escudos heráldicos, símbolo inequívoco de su linaje.
El interior del palacio es igualmente impresionante. Entre sus principales atractivos destaca un oratorio barroco, construido en 1701, que permanece intacto con sus policromías originales y una ornamentación donde predominan los dorados y los motivos vegetales. Aunque esta capilla privada no se incluye en las visitas guiadas por su carácter residencial, representa uno de los grandes tesoros artísticos del inmueble, además del lugar clave para que los contrayentes pronuncien su “sí, quiero”.
Un espacio singular para bodas y eventos
Lejos de ser únicamente un vestigio del pasado, el Palacio Cobaleda-Nicuesa ha sabido adaptarse a los tiempos para convertirse en un referente en la organización de celebraciones exclusivas. Su ubicación estratégica en la Calle Manuel Jontoya número 12, junto a la Catedral de Jaén, lo convierte en un enclave perfecto para bodas, congresos, cenas de empresa, exposiciones, bautizos y todo tipo de eventos sociales.
El recinto, que supera los 3.000 metros cuadrados y dispone de más de cien habitaciones, permite diseñar encuentros a medida, en los que la historia y la elegancia se funden. Los salones del palacio, como el célebre Salón Azul, son espacios de gran valor arquitectónico, con proporciones clásicas y una decoración que recuerda a los ambientes isabelinos, ideales para acoger banquetes y recepciones en un ambiente distinguido y sofisticado.
Jardines y estancias
A la belleza de sus interiores se suma un jardín que sorprende por su exuberancia. Entre las curiosidades variedades botánicas del Palacio destacan cañas de bambú, que superan los ocho metros de altura, y una parra en espiral que, con más de 250 años, sigue ofreciendo sombra y carácter al espacio exterior. Además, desde sus miradores privados, los asistentes a cualquier evento pueden contemplar panorámicas privilegiadas de la Sierra y la Catedral de Jaén.
El Palacio también conserva elementos históricos de gran singularidad, como una terma romana tallada en mármol blanco, una colección de más de treinta baúles forrados en cuero y telas, y unas caballerizas restauradas en 2016 que permanecen en excelente estado de conservación.
Un edificio marcado por la historia
El Palacio Cobaleda-Nicuesa tuvo una gran relevancia histórica dado quienes lo habitaron. Perteneció a la familia Cobaleda Nicuesa, un linaje destacado por su participación en campañas militares dentro y fuera de España. Cristóbal de Cobaleda Nicuesa, maestre de campo, luchó en Italia, Francia y Alemania, y murió en Argel tras ser capturado. Sus hijos Pedro y Alonso continuaron el legado familiar, participando en enfrentamientos como la guerra de los moriscos en Granada.
De hecho, durante sus siglos de historia, el Palacio ha acogido a personajes relevantes, como el rey emérito Don Juan Carlos I, quien se hospedó allí en 1960 durante una visita a la ciudad cuando aún era príncipe.
Visitas guiadas
Aunque gran parte del palacio sigue siendo de uso privado, es posible descubrir sus secretos a través de visitas guiadas organizadas que permiten adentrarse en algunos de sus espacios más emblemáticos. Estas visitas, que se celebran en horarios concertados por la mañana, normalmente los martes, ofrecen a los visitantes la oportunidad de conocer su historia mientras recorren sus numerosas estancias que guardan siglos de memoria.
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