Ni polvorones ni mantecados: los dulces tradicionales de Jaén que triunfan en Navidad
El chachepó, el ochío dulce y los virolos son dulces que solo encontrarás en Jaén
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A nadie le amarga un dulce, y es bien sabido que la Navidad es una época donde las delicias a base de azúcar riegan las mejores sobremesas. Más allá de los mantecados, la Nochebuena y la Nochevieja tiene un gusto especial en Jaén, donde encontrarás tres dulces típicos perfectos para compartir en estos días marcados en rojo en el calendario: el chachepó de Linares, el ochío dulce de Úbeda y los virolos de Baeza.
Chachepó
Nacido en la tierra de Raphael, Linares, el chachepó es un dulce típico recomendado para los más golosos. Además de conquistar paladares, cuenta con un palmarés sobresaliente, ya que fue galardonado como ‘Mejor Dulce de España 2019’ y obtuvo el Premio a la Mejor Promoción 2019, otorgado por la Diputación a través del programa Degusta Jaén.
Su consistencia y el licor que lo baña son las claves de su éxito. El chachepó es un bizcocho con forma cilíndrica impregnado en un elixir con un punto de alcohol que le otorga una textura esponjosa. Todo ello elaborado sin leche y a base de huevo de manera totalmente artesana.
Virolo
Baeza tiene un sabor especial, el que le da el virolo, un dulce que solo encontrarás en la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Elaborado por el mismo obrador de la calle Gracia que lleva en activo desde 1870, este dulce de Pastelería Virolo es un bocado ligero y exquisito que hace las meriendas y desayunos más apetecibles en cualquier época del año.
Con masa de hojaldre tan fina que es casi transparente, lleva cabello de ángel y está bañado en azúcar glass. En los últimos años, además, se ha incorporado una variedad que cuenta con un toque de chocolate, para los más golosos.
Ochío dulce
Aunque es muy habitual encontrarlo en su forma salada, relleno de masa de chorizo o de morcilla, el ochío de Úbeda también tiene una versión dulce perfecta para acompañar un café, una infusión o una taza de chocolate. Su nombre deriva de ser el resultado de dividir la masa en ocho partes y su presencia es fundamental en las casas de esta patrimonial ciudad.
Elaborado con harina de trigo, aceite de oliva virgen extra de Jaén y azúcar, su singularidad reside en su forma redonda, genial para los que, no contentos con la propia dulzura de la receta, quieran rellenarlo de chocolate o mermelada.
La gastronomía jiennense guarda secretos a voces para hacer de la Navidad la época perfecta para compartir algo más que polvorones y mantecados en la consabida bandeja de golosinas y dulces. Si quieres algo más auténtico para sorprender a tus invitados, tanto el chachepó como el ochío dulce y los virolos son delicias con las que acertarás de lleno.
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