Equinoccio de otoño en Jaén: descubre el misterio de la Puerta del Sol en el Oppidum de Puente Tablas

Descubre cómo el Oppidum de Puente Tablas, a las puertas de Jaén, se convierte cada equinoccio de otoño en un escenario mágico donde la luz atraviesa la Puerta del Sol e ilumina un santuario íbero

Revive el legado íbero de Jaén con ocho conciertos y rituales del equinoccio en yacimientos: entrada gratuita

En este oppidum ibérico se puede descubrir el modo de vida de los íberos del alto Guadalquivir.
En este oppidum ibérico se puede descubrir el modo de vida de los íberos del alto Guadalquivir. / Jaén Paraíso Interior

Y es que, por estas fechas, el yacimiento arqueológico del Oppidum de Puente Tablas, situado a apenas cuatro kilómetros de la ciudad de Jaén, se transforma en un escenario muy original: al amanecer del equinoccio de otoño, los primeros rayos de sol atraviesan la llamada Puerta del Sol, una entrada monumental de la muralla oriental de la ciudad íbera, para iluminar la figura de una divinidad femenina esculpida en piedra hace más de 2.300 años.

El fenómeno no es fruto del azar. Los íberos que habitaron este enclave durante el siglo IV a.C. diseñaron la orientación de la puerta como parte de un ritual de conexión con la naturaleza, la fertilidad y el ciclo agrícola. Si todavía no lo has vivido, gracias al programa Resonancias Íberas, visitantes y curiosos pueden protagonizar la experiencia de asistir a este espectáculo astronómico y cultural en el marco de una visita guiada con recreación teatral. La participación en el equinoccio es gratuita, pero requiere reserva previa en la plataforma oficial.

Entre el 20 y el 22 de septiembre, a las 07:30 horas, los visitantes acompañan el amanecer desde el aparcamiento del yacimiento. Allí, el grupo teatral La Paca recrea una ceremonia inspirada en los rituales íberos, con música en directo y sin escenografía artificial, especialmente preparada para un público reducido.

La experiencia se concibe como un recorrido ritual: el visitante atraviesa la puerta al mismo tiempo que la luz solar, participando en una conmemoración ancestral que fusiona arqueología, astronomía y espiritualidad.

Y es que, para los pueblos agrícolas, el equinoccio simbolizaba el equilibrio entre luz y oscuridad, vida y muerte, prosperidad y recogimiento. En Puente Tablas, este momento del año se ritualizaba con la luz atravesando la puerta y proyectándose sobre la estela de la diosa, interpretada como protectora de la fertilidad y garante de la abundancia.

Información práctica para la visita

Cómo llegar al yacimiento

El oppidum se encuentra a 4 kilómetros de Jaén, bien señalizado desde la carretera JV-3012. Dispone de aparcamiento y un centro de interpretación donde comienza la visita.

El Oppidum de Puente Tablas: una ciudad íbera fortificada

Localización y acceso

El yacimiento se encuentra en la carretera JV-3012, km 15, a unos 10 minutos en coche desde Jaén capital. Su situación estratégica en una meseta sobre el valle del Guadalbullón convirtió a Puente Tablas en uno de los principales centros políticos y religiosos de la Alta Andalucía íbera.

Las excavaciones arqueológicas desarrolladas durante más de tres décadas han demostrado que el enclave tuvo ocupación continua desde la Edad del Bronce hasta época islámica, aunque su apogeo llegó en el siglo IV a.C., cuando se consolidó como oppidum íbero con murallas, barrios organizados y edificios singulares como el palacio del príncipe.

La Puerta del Sol: arquitectura y simbolismo

Construcción monumental

La Puerta del Sol es la única puerta documentada del oppidum. Se construyó a finales del siglo V o inicios del IV a.C., y sufrió una reconstrucción en el siglo III a.C. Se trata de una entrada monumental orientada al Este, flanqueada por dos torres y compuesta por un pasillo de 15 metros de largo y 3,5 de ancho.

En mitad del pasillo se halló una estela antropomorfa, también llamada betilo de la Diosa, con brazos esculpidos sobre el vientre y forma apuntada de la cabeza. Asociada a cultos de fertilidad, esta figura fue hallada junto a una pequeña capilla lateral y acompañada de restos de sacrificios rituales: siete cerdas preñadas con sus neonatos y tres cabras, enterrados bajo una cista de piedra.

Al atravesar la Puerta del Sol en el mismo instante en que lo hace el astro rey, el visitante se convierte en protagonista de un ritual milenario que aún todavía conserva su fuerza evocadora. Si buscas una manera original de dar la bienvenida al otoño, el yacimiento de Puente Tablas te espera con los brazos abiertos. El madrugón merecerá la pena.

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