Noches en la almazara a la luz de las velas: cinco artistas y el mejor aceite de oliva en este pueblo de Jaén

Si pensabas que en una almazara solo se trataba la aceituna para hacer el mejor aceite de oliva virgen extra posible, estabas en un craso error. El ejemplo lo encontramos en plena campiña jiennense, concretamente en el municipio de Escañuela, que ha convertido una antigua almazara del siglo XIX en un gran escenario lleno de vida propia.

Y es que los jardines del Cortijo del Barón, actual sede de Azaharoliva, se iluminarán con miles de velas para acoger la VI edición de las Noches en la Almazara a la luz de las velas, un festival que en 2025 amplía su programación de cuatro a cinco veladas.

Las fechas elegidas son el 29 y 30 de agosto, y el 5, 6 y 7 de septiembre, dando lugar a dos fines de semana consecutivos en los que el municipio reunirá propuestas musicales, flamencas, teatrales y de canción de autor.

Joana Jiménez y la fuerza de la copla

El viernes 29 de agosto será el turno de Joana Jiménez, reconocida intérprete sevillana que saltó a la fama tras ganar el programa 'Se llama Copla'. Su presencia marcará la apertura del festival con un concierto íntimo en el que repasará lo mejor de su discografía.

Esta actuación forma parte de su gira 2025, con más de 25 conciertos por toda España, y tendrá en Escañuela su única parada en la provincia de Jaén. Una ocasión especial para disfrutar de la copla en un espacio singular, donde la cercanía del público y el marco de las velas potencian la emoción de cada tema.

El flamenco regresa con Carmen Álvarez

El sábado 30 de agosto subirá al escenario Carmen Álvarez, bailaora de Arjona que el año anterior no pudo presentar su espectáculo 'Jerga' por la lluvia. En 2025 vuelve con toda la fuerza de su arte flamenco para completar el cartel del primer fin de semana.

Su propuesta mezcla raíz y contemporaneidad, donde la expresividad del cuerpo da lugar a un lenguaje que conecta directamente con el público.

Teatro Guirigay y la sátira barroca

El segundo fin de semana comienza el viernes 5 de septiembre con la compañía extremeña Teatro Guirigay, veterana del festival, ya que esta será la tercera vez que actúan en Escañuela. En esta ocasión lo harán con la obra 'Estebanillo González', soldado y bufón.

Dirigida por Agustín Iglesias, esta pieza es una adaptación de una novela picaresca del siglo XVII que mezcla sátira, humor bufonesco y crítica social. Una comedia ácida que, a pesar de su origen barroco, conecta con la realidad europea contemporánea y hace reflexionar desde la risa.

Lorca en danza y flamenco

El sábado 6 de septiembre será el momento de uno de los montajes más esperados: la adaptación de 'La casa de Bernarda Alba' a través de la danza española y el flamenco.

La propuesta llega de la mano del Ballet Español de Linares, con dirección coreográfica de Ángel Solana y Marcos Cruz. El espíritu de Federico García Lorca impregnará la almazara en una noche de emociones intensas, donde el lenguaje del cuerpo traducirá la represión, el deseo y la fuerza dramática del texto lorquiano.

La intimidad de Rubén Zafra

El domingo 7 de septiembre se clausurará la sexta edición con la voz del joven cantautor Rubén Zafra, natural de Villardompardo. Conocido también por ser vocalista de la banda de rock Alimañas, en Escañuela presentará un recital acústico titulado Canciones de vuelta.

Un formato desnudo e intimista que pondrá el broche perfecto al ciclo, recuperando la esencia de la canción de autor y el contacto directo entre artista y público.

Entradas y abonos para las Noches en la Almazara a la luz de las velas

Las entradas pueden adquirirse en taquilla y en la tienda Alicia de Escañuela. Además, existe un abono para los cinco espectáculos por 20 euros, lo que facilita disfrutar de toda la programación a un precio reducido. Para la primera noche, con el concierto de Joana Jiménez, las entradas también están disponibles online en Enterticket a través de este enlace.

El encanto de este festival no reside solo en el cartel, sino en el marco en el que se desarrolla. Los jardines de una antigua almazara del siglo XIX, hoy rehabilitada como sede de Azaharoliva, se convierten cada noche en un escenario envuelto en la luz cálida de miles de velas.

El ambiente es incomparable: el aroma de los olivares, la arquitectura rural del cortijo y la simbología del aceite de oliva como elemento identitario de la campiña jiennense refuerzan el carácter singular de esta cita cultural.