Del Gran Eje a la Alameda
José Luis Marín Weil
Jamones robados
A veces no es necesario hacer largos viajes para disfrutar de lugares con encanto. La ciudad de Jaén guarda muy cerca de su capital tres destinos que sorprenden por su riqueza natural, su historia y su gastronomía.
A menos de 15 minutos en coche se encuentran tres pueblos ideales para una escapada rápida: La Guardia de Jaén, Los Villares y Pegalajar. Todos ellos, gracias a su singularidad, ofrecen una experiencia distinta: desde fortalezas medievales y plazas renacentistas, hasta fuentes legendarias, senderos de montaña y platos tradicionales que todavía conservan la esencia de antaño.
A tan solo 10 kilómetros de Jaén capital, unos 13-15 minutos en coche, La Guardia se alza en el extremo este del Cerro de San Cristóbal. Desde su casco urbano se domina el valle del Guadalbullón, Sierra Morena y los campos de La Loma. Con algo más de 4.400 habitantes, es un municipio pequeño, pero cargado de historia.
Su apodo de “Puerta de Culturas” no es gratuito: en su término se han hallado restos desde el Neolítico, pasando por el oppidum íbero de Mentesa Bastia, la ciudad romana de la Gran Mentesa, y su posterior etapa árabe y cristiana. Aunque desde la capital puedes visitarlo en un solo día, si quieres dormir en La Guardia de Jaén, encuentra tu sitio perfecto antes de emprender tu viaje.
El Cerro de San Cristóbal es el gran pulmón verde de La Guardia, repoblado de pinos y salpicado de matorrales y plantas aromáticas. Un recorrido muy recomendable es el Sendero del Cerro San Cristóbal, que pasa por el abrigo de la Cueva Culebrera, con restos de ocupación humana desde el Neolítico, y culmina en miradores naturales con vistas a Sierra Mágina y al valle del Guadalquivir.
La vega del río Guadalbullón, fértil y frondosa, completa el contraste paisajístico con frutales, cereales y hortalizas que todavía se cultivan en la zona.
La Guardia conserva un patrimonio monumental notable que merece la pena visitar. Entre algunas de las paradas más destacadas figuran las siguientes:
La cocina guardeña conserva reminiscencias árabes en recetas tan poderosas como las que siguen:
En repostería destacan el bollo de calabaza, los gusanillos, las gachas dulces de Todos los Santos, los roscos fritos y el ponche de melocotón.
Con poco menos de 5.000 habitantes, Los Villares se sitúa a solo 13 kilómetros de la capital, accesible en unos 10-15 minutos en coche. Está enclavado en una depresión rodeada por sierras y cerros que conforman paisajes que sorprende a quien lo contempla.
Fundado oficialmente en 1538 como parte de la política de repoblación tras la conquista de Granada, conserva un trazado urbano de inspiración romana y una identidad marcada por el olivar y la artesanía. Si buscas alojamiento, echa un vistazo a este directorio para encontrar tu sitio ideal.
El término municipal está flanqueado por la Sierra de Jabalcuz, la Pandera, el Cerro del Viento y las Cimbras. Dos ríos nacen en su territorio: el Eliche y el Frío, que abastecen el Pantano de Quiebrajano. Su riqueza natural se disfruta especialmente a través de rutas senderistas como estas:
La vegetación se llena de olivares con encinares, quejigares y bosques de ribera, mientras que la fauna incluye aves rapaces como el águila real y el búho real.
Entre sus principales monumentos destacan:
La cocina de Los Villares tiene un marcado carácter popular. No te vayas sin probar algunos de sus platos más típicos:
Entre los dulces destacan las Patas de Cabra, el alfajor casero y el pan de higo.
A 21 kilómetros de Jaén capital, unos 17-20 minutos en coche, Pegalajar se encuentra a los pies de la Serrezuela, en el límite con el Parque Natural de Sierra Mágina. Su altitud, superior a los 800 metros, le otorga un clima fresco y unas vistas espectaculares.
El municipio, con unos 3.100 habitantes, es conocido por su sistema hidráulico histórico formado por la Fuente de la Reja, la Charca y la Huerta, declarado Bien de Interés Cultural por ser un modelo de interacción hombre-naturaleza. Si quieres echar el día o el fin de semana allí, encuentra tu alojamiento ideal antes de viajar hasta Pegalajar.
El entorno de Pegalajar está poblado de olivares con montes mediterráneos de pino carrasco, encinas y matorrales aromáticos. Entre su fauna destacan el águila perdicera, el búho real y las cabras montesas. Además, si vas a echar el día o el fin de semana, te recomendamos que no te pierdas estos lugares con encanto natural:
El municipio cuenta con 26 bienes protegidos. Algunos de los que no te puedes perder son:
La cocina pegalajeña es variada y de base hortícola. Entre sus platos más célebres están los siguientes:
Para cerrar la comida con un plato dulce, no te pierdas los papajotes, gusanillos, roscos, mantecados, además de licores caseros como la mistela o los de endrina y moras.
En menos de un cuarto de hora desde la capital jiennense se abre un abanico de posibilidades para disfrutar de naturaleza, historia y tradición. La Guardia de Jaén, Los Villares y Pegalajar son tres pueblos que, pese a su cercanía a Jaén, conservan identidad propia y ofrecen al viajero experiencias auténticas lejos de las rutas masificadas. Un plan perfecto para una excursión de un día o una escapada de fin de semana.
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