Ruta senderista circular para disfrutar en familia de Castañeda al Embalse del Quiebrajano
Durante el recorrido se podrán avistar aves y disfrutar de la naturaleza jienense
Tres rutas de menos de 10 kilómetros para ir de pueblo en pueblo por la provincia de Jaén
Jaén/Muy cerca de la capital hay una ruta perfecta para recorrer la naturaleza con los más pequeños, lo que puede ser una aventura inolvidable si elegimos una adecuada, como la del trayecto circular de Castañeda al embalse del Quiebrajano. Este recorrido, fácil de transitar, está diseñado tanto para adultos como para los más pequeños, que pueden aprender con ella sobre la biodiversidad local y la importancia de conservar nuestro entorno natural.
Inicio de la ruta: Llegada al embalse del Quiebrajano
Para comenzar esta ruta, dirígete en vehículo hacia el embalse del Quiebrajano. Aproximadamente un kilómetro antes de llegar a la presa, encontrarás un carril a la derecha, donde puedes estacionar. Desde este punto, comienza el recorrido a pie.
El primer tramo de la ruta transcurre por una pista asfaltada en dirección ascendente. A medida que se avanza, se pasa por el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), visible desde el camino. Si bien el centro no está abierto al público, su proximidad es la excusa perfecta para explicar a los niños la importancia de proteger y rehabilitar la fauna y flora local.
La senda entre quejigos y pinos
Pasando el cruce del CREA, el pavimento se convierte en una pista de tierra rodeada de quejigos (Quercus faginea) y pinos carrascos (Pinus halepensis). Estos árboles, característicos Andalucía, forman un entorno propicio para detenerse y observar la naturaleza. Durante el recorrido es común escuchar el canto de diversas aves forestales, como el pico picapinos (Dendrocopos major), el carbonero garrapinos (Periparus ater) y el herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus).
Continuando por la pista, la ruta se adentra brevemente en un olivar, que luego da paso a un denso pinar de repoblación. En este bosque de pinos jóvenes, verá cajas nido instaladas para aves y murciélagos, que ayudan a estas especies a nidificar en un entorno que aún carece de huecos naturales debido a la juventud de los árboles.
Este tramo es ideal para hablar con los niños sobre la reforestación y los esfuerzos que se realizan para restaurar y proteger áreas naturales. Las cajas nido son una intervención sencilla que puede marcar una gran diferencia para la fauna local, y es una buena ocasión para despertar la curiosidad de los más jóvenes sobre la conservación de la naturaleza.
La aldea de Castañeda: un mirador natural
Siguiendo el sendero entre el pinar, se llega a la pintoresac aldea de Castañeda, un lugar desde donde se pueden observar impresionantes vistas del valle del Quiebrajano y de la Sierra de Ventisqueros. Este es un punto perfecto para hacer una pausa, disfrutar del paisaje y tomar algunas fotografías de recuerdo.
Desde Castañeda, la ruta continúa hacia la carretera de montaña, tomando un camino descendente hacia la izquierda que lleva directamente a la presa del embalse del Quiebrajano. Este tramo es accesible y de baja dificultad, ideal para que toda la familia pueda disfrutar de la caminata sin dificultades.
Embalse del Quiebrajano
Al llegar al embalse, se abre ante nosotros un paisaje de aguas claras y vegetación ribereña. Alimentado por las aguas del río Valdearazo, este embalse es un lugar propicio para observar diferentes especies de aves acuáticas, especialmente en invierno, cuando migran en busca de alimento y tranquilidad.
Entre las aves que se pueden ver destacan el cormorán (Phalacrocorax carbo), una especie marina que ha adaptado su hábitat a las aguas del interior de la península, así como la garza real (Ardea cinerea) y el somormujo lavanco (Podiceps cristatus).
Tras disfrutar del entorno del embalse, el regreso se puede realizar por el mismo camino recorrido o tomar la carretera en dirección a donde se dejó el vehículo. Si optas por la carretera, el trayecto no supera el kilómetro de distancia, atravesando un túnel que da un toque de aventura al paseo de regreso.
Recomendaciones para disfrutar al máximo de la ruta
Para una experiencia cómoda y segura, se recomienda llevar calzado adecuado para senderismo y ropa cómoda, además de una mochila con agua, algo de comida o snacks y protector solar. Para los días de invierno, una chaqueta ligera o cortavientos será útil en los puntos más elevados, donde el viento puede ser algo más frío.
Es fundamental inculcar a los niños el respeto por el entorno. Recordarles la importancia de no dejar basura y no molestar a la fauna local es esencial para que aprendan a valorar y proteger el medio ambiente.
A lo largo de la ruta, especialmente en los tramos donde se pueden avistar aves y otros animales, es aconsejable mantener un tono bajo de voz. Esto facilita la observación de la fauna y permite escuchar el ambiente natural sin interferencias.
La ruta circular de Castañeda al embalse del Quiebrajano es una lección al aire libre sobre naturaleza, conservación y biodiversidad. Con tramos de fácil acceso, paisajes impresionantes y oportunidades para que los niños descubran especies locales, esta ruta es perfecta para crear recuerdos inolvidables en familia.
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