Tornillos de Gualay: una ruta fresquita por el desfiladero más salvaje de Cazorla

NATURALEZA

Descubre el arroyo de los Tornillos de Gualay en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas: una ruta exigente con trepadas, pozas de agua cristalina y paisajes salvajes que culmina en la impresionante Cerrada de la Canaliega

Descubre la Sierra de Cazorla con este plan perfecto para el verano de 3 días

El sendero tiene partes acuáticas muy recomendadas para senderistas experimentados.
El sendero tiene partes acuáticas muy recomendadas para senderistas experimentados. / Jaén Paraíso Interior

En el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas se esconde un paraje que une lo mejor de la montaña y el agua: el arroyo de los Tornillos de Gualay. Este curso fluvial, afluente del Guadalentín, ha esculpido durante milenios un paisaje de paredes verticales, pozas profundas y vegetación exuberante. Su recorrido ofrece una experiencia muy recomendable para senderistas y montañeros que buscan algo más que una caminata: aquí hay destrepes, trepadas, pasos por el agua y la posibilidad de darse un baño fresquito en plena naturaleza.

Las zonas de baño traen aguas frescas del propio río que le da nombre.
Las zonas de baño traen aguas frescas del propio río que le da nombre. / Jaén Paraíso Interior

El arroyo se encuentra al sur de Peal de Becerro, en el parque natural. Es un punto de partida perfecto para explorar otros enclaves de interés de la Sierra de Cazorla y del Pozo, donde nacen estos ríos que dan vida a un entorno rico en biodiversidad.

Cómo llegar al punto de inicio

Para acceder al paraje, hay que seguir la carretera A-319 en dirección a La Iruela. Tras recorrer unos 13 kilómetros, se toma el camino del Chorro, que conduce hasta el camino de herradura a Puerto Llano. Desde ahí, la pista forestal lleva hasta la Nava de San Pedro, un llano situado entre montañas que sirve de punto de inicio para muchas rutas de media montaña.

Este paraje es accesible en vehículo, bicicleta o a pie, dependiendo del tramo elegido. La ruta completa hasta el arroyo requiere cierta planificación, pues atraviesa zonas sin sendero señalizado y tramos en los que es imprescindible mojarse o escalar pequeños resaltes.

Una ruta circular exigente y emocionante

La travesía más conocida es una ruta circular que parte de la Nava de San Pedro, atraviesa la Nava del Espino, sigue por la loma de la Mesa y se interna en el arroyo de los Tornillos de Gualay, alcanzando finalmente la Cerrada de la Canaliega.

Datos principales de la ruta

  • Distancia: entre 15 y 20 kilómetros, dependiendo del recorrido exacto.
  • Duración: 8–9 horas con paradas.
  • Desnivel: más de 500 metros acumulados.
  • Dificultad: alta, recomendada para senderistas con experiencia.
  • Requisitos: permiso para acceder a ciertos tramos, sobre todo si se quiere vivaquear.

Entre pozas, trepadas y destrepes

Una vez se llega al cauce, la aventura comienza. El sendero se pierde y la progresión se realiza directamente por el arroyo, saltando piedras, atravesando pozas y trepando por los márgenes rocosos. En algunos puntos, el agua obliga a avanzar con el cuerpo sumergido hasta la cintura, lo que convierte la travesía en una experiencia refrescante y desafiante.

Durante el recorrido se encuentran destrepes de grado II+ y III, pasos expuestos y trepadas que exigen técnica y seguridad. Las pozas de agua cristalina, aunque frías, invitan a un baño reparador. Es recomendable llevar calzado adecuado que agarre bien en superficies mojadas y ropa que se pueda mojar sin problema.

Cerrada de la Canaliega: el clímax del recorrido

El arroyo conduce hasta la Cerrada de la Canaliega, un desfiladero angosto de paredes verticales que impresiona por su belleza y su carácter salvaje. Este tramo es el más técnico de la ruta. Aquí, según relatan montañeros que lo han recorrido, hay zonas donde es necesario retroceder y ganar altura para poder sortear pozas profundas y pasillos rocosos que cortan el paso.

No siempre se consigue completar el recorrido en una sola jornada. En una conocida travesía relatada por un grupo de senderistas, tuvieron que improvisar un vivac cerca del Monte Calar (1.842 m) al no poder alcanzar el final del cañón antes del anochecer. Este tipo de situaciones refuerzan la idea de que la ruta requiere planificación, equipo y experiencia.

La Cerrada del Pintor y Peña Halcón: belleza y verticalidad

El valle de Gualay alberga también otro rincón espectacular: la Cerrada del Pintor, considerada por muchos como uno de los parajes más bellos y salvajes del parque. Al igual que la Cerrada de la Canaliega, ha sido formada por la erosión del arroyo de los Tornillos de Gualay, que ha esculpido paredes y desfiladeros imponentes.

Cerca se alza la Peña Halcón o Picón de los Halcones (1.655 m), un espolón rocoso de formas imposibles que domina el Valle del Guadalquivir al oeste y el Valle de Gualay al sur. Su presencia añade un toque majestuoso al paisaje y marca un cambio en el curso del arroyo.

Consejos para disfrutar de la ruta

Antes de lanzarse a esta aventura, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones:

  • Planifica bien la ruta y lleva mapa, GPS y permisos necesarios.
  • Lleva calzado de agarre y ropa adecuada para mojarte.
  • Evita épocas de crecida: el verano, con el caudal bajo, es el mejor momento para realizar la travesía.
  • No subestimes el recorrido: aunque empieza fácil, se complica rápidamente y exige forma física.
  • Considera pernoctar: si la jornada se alarga, hay zonas adecuadas para vivac, pero siempre respetando el entorno.

El arroyo de los Tornillos de Gualay es una experiencia inmersiva en plena naturaleza salvaje donde el agua, la roca y el bosque se unen para ofrecer sensaciones únicas. Aquí no hay multitudes ni caminos fáciles, solo el murmullo del agua, el frescor de las pozas y la emoción de avanzar por un desfiladero que exige lo mejor de cada senderista.

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