La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Gaza y las aulas

Andalucía, con Sevilla, Málaga y Granada a la cabeza, no quedará al margen de la ola de protestas contra Israel

Universitarios granadinos, acampados en Fuentenueva.

Universitarios granadinos, acampados en Fuentenueva.

El movimiento #StudentForGaza ya está en España. Los universitarios han decidido abanderar las protestas contra el genocidio de Israel sobre el pueblo palestino organizando acampadas en los campus de Valencia, Barcelona, Euskadi o Madrid. Andalucía, con Sevilla, Granada y Málaga a la cabeza, no será una excepción en esta oleada de movilizaciones que ya ocupan portadas en Estados Unidos (por la represión policial) y que se extienden por otros países como Francia o Japón.

La explosión de vida, la efervescencia que significa la primavera, tal vez tenga algo que ver en esta nueva rebelión ciudadana que se propaga desde abajo, incontrolable y a escala global. Lo tiene, seguro, el perfil de los protagonistas: los jóvenes. Echemos la vista atrás...

Mayo del 68, el Mayo Francés. Manifestaciones espontáneas, estudiantiles, desencadenaron una protesta masiva contra el capitalismo y el imperialismo de la época que sumó a sindicatos y a partidos de izquierdas. Cayó Charles de Gaulle.

La Revolución de los Claveles: Portugal, 1974. Hace solo unos días, el 25 de abril, se cumplían 50 años de la sublevación militar (y pacífica con claveles) que cambió el rumbo político de Portugal tras 48 años de dictadura.

Martin Luther King pronunció el mítico “I have a dream” en la Marcha sobre Washington de agosto de 1963 pero fue también en primavera cuando se gestó el icónico movimiento que recorrería todo el país y culminaría con el Derecho al Voto. Ganó EE UU; ganamos todos.

De la Primavera Árabe no hace tanto. O sí. Catorce años ya. Seguro que aún tenemos en la retina la inmolación del joven vendedor ambulante Mohamed Bouazizi. Fue en Túnez, se quemó vivo y de allí saltaron las protestas a Egipto, Libia, Yemen o Siria.

Un año más tarde, en 2011, fue el turno del 15-M, el Movimiento de los Indignados que irrumpió en la Puerta del Sol y llenó de acampadas plazas y ciudades. Primero fue la crisis económica y, unas primaveras después, la sanitaria del Covid. Recortes públicos y sociales; un efecto llamada con efectos políticos y sociales irreversibles en nuestro país.

¿La historia está condenada a repetirse? Y con efecto dominó... Una evidencia más: basta situarnos en otro punto señalado del calendario, en 2003, para rememorar las manifestaciones que se propagaron a nivel mundial contra la invasión de Iraq. Fueron las primeras realmente globales de la historia. Como ahora, internet, las redes sociales, los jóvenes y el despertar de la primavera tuvieron mucho que ver. #StudentForGaza.

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