Verbigracia

Antonio Montero Alcaide

Alquilar cárceles

06 de agosto 2025 - 03:10

En materia de alquileres, como forma de acceso a la vivienda, grande es la dificultad para dar con lo que siquiera sea, eufemismo al caso, una solución habitacional. Mas también puede resultar necesaria, o al menos así se considera, la posibilidad de alquilar cárceles, en países vecinos, cuando la masificación carcelaria hace que sean bastantes más los condenados a prisión que las celdas disponibles. De esta forma ocurre en cada vez más países de la Unión Europea, con algunos acuerdos –en suma, contratos de alquiler– suscritos con otros Estados, como Kosovo o Estonia, que reciben grandes importes por ello. Se atribuye a Concepción Arenal, que fue visitadora de prisiones en 1864, la máxima de “Odia el delito y compadece al delincuente” –era de tiempo anterior, y ella no la hizo propia, sino que la adoptó–, cuando todavía no se hablaba de la ahora posmoderna empatía, pero sí cabía pensar en cierta posibilidad de reinserción. En el frontispicio de algunas cárceles, figuraba, así, ese aforismo, bastante más esperanzador que el que Dante encontró en las puertas del Infierno: “Abandonad toda esperanza, vosotros que entráis aquí”. La abogada y política republicana Victoria Kent, que fue nombrada directora general de Prisiones en abril de 1931, adoptó medidas asimismo de mejora de las instituciones penitenciarias. Además, aunque era feminista decidida, afirmó en las Cortes, en octubre de ese mismo año, ante el sufragio femenino y opuesta a Clara Campoamor, que las mujeres españolas todavía no estaban liberadas en su conciencia y era necesario aplazar el voto femenino. Poco tiempo después, en junio de 1932, hubo de abandonar su cargo por huelgas de hambre y fugas en algunas prisiones. Antecedentes, en fin, de humanización penitenciaria que hogaño, ante el incremento de la población reclusa, llevan a propuestas como periodos de detención más cortos o reducción de condenas –en delitos sin grandes penas o cumplidas en buena parte–, arrestos domiciliarios, libertad condicional o trabajos a la comunidad. Así las cosas, importa atender el sentido de las penas privativas de libertad y su carácter de reparación y disuasión. Además de cuidar que las medidas de reinserción no predispongan la reincidencia, si bien es difícil que de ese modo conste en las estipulaciones de un contrato de alquiler. Odia el delito y compadece, también, a la víctima.

stats