La mercería Victoria y los Prats

En el informativo del sábado de Antena 3 se emitió un reportaje sobre la muerte del tejido comercial de nuestros pueblos y ciudades. Sólo en 2024, informaban, se calcula que echaron el cierre 10.600 tiendas, 25 al día. Las principales causas son el aumento de los alquileres, los costes laborales y los impuestos a pymes y autónomos. Como ejemplo de una supervivencia que puede considerarse heroica en esta situación, entrevistaron al propietario de una mercería centenaria madrileña, Victoria, inaugurada en 1895, que ha logrado sobrevivir en la calle Noviciado, en uno de los barrios más turísticos de Madrid. Preguntan a Enrique, heredero de este negocio familiar, qué aporta un comercio como este. Y contesta: “Hombre... yo creo que aporta una identidad en el barrio”.

Esta es la clave. Identidad, es decir, posibilidad de reconocernos en las calles y comercios de nuestras ciudades, de unir pasado y presente, memoria personal y colectiva. Los comercios tradicionales son el patrimonio histórico de la cotidianidad. No todos pueden sobrevivir a los cambios de los tiempos y, con ellos, de las costumbres y de la aparición de nuevas formas de consumo. Pero, al igual que desde lo público se cuida el patrimonio monumental, también debería cuidarse el patrimonio cotidiano, que incluye comercios, bares, cafés, teatros o cines, con medidas proteccionistas. Y, por supuesto, a los vecinos, cada vez más expulsados de los barrios históricos por una mala gestión de la avalancha turística. Una ciudad no es solo sus grandes monumentos históricos. Es, sobre todo, su fisonomía arquitectónica, sus comercios tradicionales o de proximidad y sus vecinos.

Aprovecho que en ese mismo programa se celebró el cumple-informativos de Matías Prats para sumarme a las felicitaciones. Tras 50 años de presentarlos –23 en TVE y 26 en Antena 3– ha batido el récord de presentar más de 10.000 liderando, a sus 74 años, los del fin de semana de Antena 3 con un 16% de audiencia y 2.699.000 espectadores únicos. Como la centenaria mercería Victoria, el apellido Prats va camino de convertirse en centenario en el periodismo español: su padre se inició a finales de los años 30 en Radio Algeciras llegando a ser, con Bobby Deglané, la voz más reconocible de la edad de oro de la radio española, y su hijo, Matías Prats Chacón, retomando la tradición de su abuelo, es cronista deportivo en Mediaset. Felicidades.