Razas ubérrimas

05 de junio 2025 - 03:13

Por este periódico se habrán enterado de que el 54% de los extranjeros que viven en Sevilla son de origen americano. Es una buena noticia. En general, los americanos con los que uno se ha topado son gentes muy educadas y bien habladas, dos características que escasean en esta España malcriada, ordinaria y novorrica. Espero que algo se nos pegue. En Sevilla siempre hemos tenido una retórica oficial americanista, desde el “puerto y puerta” hasta los fastos del 92, pero nos faltaban los americanos. Ahora los vemos por todas partes, sobre todo en patinete. Uno, que es muy de Rubén (del gran poeta nicaragüense, no del de la Facua) los observa en el tranvía y recuerda aquellos versos que, en plena crisis tras el desastre del 98, el gran mestizo tragador de absenta nos dedicó a los españoles para insuflarnos ánimos: “Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,/ espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve!”. Claro que sí, ¡salve!, americanos, ahora nos toca a nosotros saludaros con alegría. Tanto es nuestro regocijo que me voy a subir al pedestal de esta columna para hacer una solemne propuesta al señor alcalde: cambiar el nombre de la Avenida de las Razas por el de Avenida de las Razas Ubérrimas en las que estemos representados todos los pueblos hispanoamericanos. Podríamos aprovechar la construcción del Distrito Portuario para la mutación.

Además, deberíamos recuperar la reivindicación de ?traer a Sevilla el Museo de América. Ya que han volado la Escuela de Estudios Hispano-Americanos, al menos podrían compensarnos con dicha institución. Eso sí, sin la descolonización que quiere Urtasun, porque entonces no tendría gracia (ni verdad). Sevilla quiere toros y América virreinal, ministro. Aunque, bien visto, el mejor museo del imperio hispánico es el Archivo de Indias, con sus anaqueles de caoba y sus retratos de los capitanes generales. Estos días, por cierto, acoge una exposición inexcusable: El viaje del conocimiento. Un mundo de cosas maravillosas, organizada por la Universidad de Sevilla en colaboración con el mismo archivo. Parece un milagro que haya salido adelante una muestra que reivindica la huella humanista que España dejó en el continente. Los del Ministerio ni la olieron. Me permito recomendársela a todos los americanos que viven en Sevilla, porque pertenece a los españoles de los dos hemisferios, como diría la Constitución de 1812. Y así todos comprendemos que, en Sevilla, las razas ubérrimas, españolas o americanas, nunca serán extranjeras.

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