El segundo mandamiento

18 de noviembre 2025 - 09:59

Ya no hay que suscribirse a alguna plataforma televisiva para disfrutar de series de esas que enganchan desde el minuto uno. Los propios noticiarios y programas diversos de las tradicionales cadenas en abierto nos deleitan con culebrones todos los días, sin necesidad de pagar un euro extra a Netflix o Disney+, por citar alguna.

El penúltimo capítulo de uno de esos culebrones por fascículos llegó este lunes de la mano de Leire Díez, la señora que no es “ni fontanera ni cobarde", dice ella, junto con el empresario jiennense Javier Pérez Dolset, señor bien conocido en estas tierras por otros asuntos menos escabrosos. Estaban ambos citados a comparecer ante la Justicia, investigados por cohecho y tráfico de influencias, por sus supuestas maniobras para desacreditar a investigadores incómodos para el Gobierno de Pedro Sánchez y, previamente, ella solicitó la nulidad de las grabaciones en las que se escucha claramente cómo dice actuar en nombre del presidente. Imposible negar la evidencia.

Mientras, el PSOE mira hacia otro lado, como si no fuera con ellos que una persona se arrogue la potestad de decir que habla en su nombre delante de fiscales. Qué menos que querellarse también, aunque solo sea por guardar las apariencias. Sorprende y mucho que los socialistas no se sientan indignados y que no ejerzan ninguna acción legal contra semejantes prácticas mafiosas perpetradas en su nombre. ¿Por qué? Esa es la gran incógnita. Ayer mismo, desde Ferraz se justificaba que el partido no se persone en el caso como afectado porque Leire Díez se desdice de las grabaciones en las que se presentaba como "la mano derecha" de Santos Cerdán. Puede desdecirse hasta el infinito y más allá, pero la evidencia de las grabaciones es aplastante.

Desdecirse, del verbo desdecir, dice la RAE. “Negar la autenticidad de algo”. Como decir que es de noche a plena luz del sol. Y esperar que el resto de los mortales nos lo creamos.

No sé qué habrá comentado sobre este asunto nuestro socialista de pro, ex secretario del PSOE jiennense y presidente de la Diputación, Paco Reyes, pero sería interesante, aunque fuera “of the record”, como se decía en mis tiempos.

Señoras y señores, recordemos el segundo mandamiento de no tomar el nombre de Dios en vano y hagamos lo mismo con el Periodismo, la profesión probablemente con uno de los mayores grados de intrusismo en la historia reciente. Porque es muy difícil distinguir los profesionales de los simple “juntaletras” que, dado sus innatos pocos escrúpulos en general, suelen ser los mejor situados en los ámbitos de poder mediático. Ese famoso cuarto poder, como se le ha llamado siempre al Periodismo. Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Y viceversa, porque pocos triunfos hay tan ansiados por un político, sea del partido que sea, como el de conseguir tener a un medio de comunicación a su servicio. Un gustazo total, vaya.

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