Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Qué bostezo
Una forma de saber la edad aproximada de un sevillano es preguntarle por Pichardo. Si lo primero que dice es que era una papelería de la calle José Gestoso, ya ha cumplido los sesenta o setenta años. Si se refiere solo a la tienda de disfraces que acaba de cerrar, es que anda por el medio siglo o menos. La segunda abrió en 1972, la primera en 1952. Nacimos a la vez la papelería Pichardo y yo, ella casi al final de José Gestoso, yo en el ensanche de Regina, punto medio de ese tan sevillano recorrido de tiendas que nacía en Regina y terminaba en Orfila. Un mundo rebosante de menuda vida cotidiana que tenía dos tramos, de San Juan de la Palma al ensanche de Regina y de la Venera a Orfila, en cuyo centro se alzaba el mercado, el corazón del barrio que dejó de latir en 1973.
Ultramarinos, cuchillerías, panaderías, tejidos, confecciones, arreglo de ropas, sastrerías, fondas, bares, papelerías, bolsos y maletas, corchos, flores, calenterías, mesas camillas y sillas sevillanas decoradas con pinturas de liebres, flores y aves, juguetes, cosarios, droguerías, electrodomésticos, zapaterías y zapateros remendones, quioscos, urinarios para una emergencia… De San Juan de la Palma a Orfila se extendía un gran almacén al aire libre en el que podía comprarse todo.
En aquel primer Pichardo del 52 nos proveían a los niños del barrio de plumieres de madera de dos pisos bien provistos de gomas, lápices y sacapuntas, papeles azules encerados para forrar los libros y etiquetas blancas para poner el nombre y el curso, cajas de lápices Alpino, cuadernos de caligrafía, palilleros con plumín, cartas a los Reyes decoradas con la Estrella de Oriente sobre un cielo azul y un paisaje de dunas por el que venían sus majestades o los estuches blancos de Inoxcrom con su bolígrafo y su pluma para las primeras comuniones.
Sobreviven los Almacenes Pérez Cuadrado, que abrieron en 1944, Trimber y la Casa de las Planchas, que lo hicieron en 1956 y, ya en Orfila, Garcigó, que abrió en 1953. Cierra ahora el segundo Pichardo, manteniendo la tienda belenista de la vecina Javier Lasso de la Vega. Tal vez como un recuerdo de que, de los pavos vivos de la Encarnación al incienso, la alhucema, los corchos y figuritas de los nacimientos o las cartas a los Reyes Magos, José Gestoso fue el corazón de la Navidad sevillana. Quizás por eso, como una querencia, se estableció en Orfila la docta casa de Jacinto Ilusión.
También te puede interesar
Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Qué bostezo
Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Pablo y Pedro
La Rayuela
Lola Quero
Lo parasocial
Las dos orillas
José Joaquín León
Juanma, nacido en Barcelona
Lo último