Han pasado los días del año donde todo el mundo consulta, infatigablemente, la previsión meteorológica con la esperanza de que pueda ser buena. Las razones son diversas, pero lo cierto es que al mal tiempo no siempre se le logra poner buena cara cuando no responde a los intereses particulares. Pero el tiempo de estos días, si uno sale de lo personal, nos ha traído el agua que necesitamos ahora y más adelante. El agua es vida en cualquier caso, menos cuando su exceso conlleva destrozos y daños, pero en la medida en la que ha caído durante estos días ha sido realmente buena.

Si miramos con agradecimientos los ríos, arroyos y embalses vemos, con alegría, que el paisaje se ha vuelto mucho más esperanzador y con un color intenso, vivo. Con el tiempo se aprende a mirar la vida de otro modo. Con el tiempo atmosférico y con el tiempo necesario en el que desplegamos nuestra vida para lograr lo que deseamos. Tal vez, y a través de él, podamos descubrir algún tipo de enseñanza latente que nos inspire un poco más, o al menos lo suficiente, para que podamos saber cuándo lo comunitario se debe anteponer a lo personal. La mirada ante el mundo es diferente cuando la madurez alcanza el nivel necesario como para advertir esta tensión y poder decantarnos por el bien común.

Este paso necesario, esta Pascua, hay que darlo en muchos contextos de la vida si, de verdad, queremos que algo cambie. Pensar que todo debe de adecuarse a los intereses particulares es como pretender acaparar toda el agua del mar entre nuestras manos. La inmensidad del océano requiere de una mirada más panorámica que nos permita tener una visión de conjunto mucho mayor y más solidaria. Los pluviómetros son buenos instrumentos para cuantificar las lluvias, pero sólo si los miramos con un agradecimiento suficiente podremos advertir todas las bondades que se esconden tras los datos. Estos bienes sólo requieren ya de una cosa: aprender a usarlos sin despilfarrarlos. La carencia nos debe de ir enseñando el gran valor que es un cuidado prudente.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios