Jorge Martín en 'La Revuelta' y con una herida en un ojo

Ha sido la semana de la remontada para La Revuelta, volviendo a ponerse en el mando tras generar ruido y mal rollo en el periodismo televisivo y en la relación entre RTVE y Antena 3. Toda la crispación enviada fuera Broncano la convierte en oleada de ardor alegre hacia dentro con una segunda visita de Jorge Martín. Una semana después de la berrea, de la protesta porque los representantes del deportista se habían descoordinado y el espacio rival tenía un acuerdo previo de primicia, el espacio tras el Telediario 2 emitió otra entrevista con el campeón del mundo de Moto GP. En el día de la ausencia se había grabado una charla que ahora "se ha perdido", quiso bromear Broncano al recibir de nuevo al piloto. Ya no ha pasado nada con todo ese tiempo añadido de espera y trabajo que tuvo que efectuar su equipo la semana pasada. Se acabaron las malas caras y los ciervos, pero no las alusiones al programa de Pablo Motos, las presuntas bromas que son motor de polarización y audiencia añadida para La Revuelta.

Si los medios afines a Broncano, en la deseada bronca que ha encedido RTVE, decían este mismo miércoles que Jorge Martín andaba "subidito de autoestima", y cosas así, el entrevistado habrá mitigado todos sus defectos este jueves cuando recibió la 'purificación' de pasar por el teatro de la cadena pública, en este incienso civil de recibir la euforia de los 'broncanistas' y darle al mazo. El bombo que escenifica ese ruidazo agresivo que ya necesita este espacio a toda costa para moverse a partir de ahora. Más bronca, mas ruido. Para que te vean. Bombo, berrea y una herida en un ojo. "¿Te han pegao allí, en el otro lado?", ha preguntado Grison. Pero es broma, ojo. Si en Antena 3 hubieran bromeado con la herida de un invitado arde Troya. Llámalo X. Para los amigos de Broncano los fachas son los otros, "los del otro lado".

Jorge Martín se presentó con un moratón en el pómulo, ideal para atacar de broma, porque siempre es una broma, que nadie se enfade, contra El Hormiguero, como si hubiera sido amenazado, secuestrado. Lo imaginaba Broncano con risas. No, no tuvo nada que ver Pablo Motos, pero la cuñita ya está clavada. Fue un accidente al caerse de la moto. Un poco más y La Revuelta se hubiera quedado sin invitado un jueves más. Ya habria tenido entonces Ricardo Castiella, o Castella, preparado el documental del buitre leonado de El hombre y la tierra. Cuando TVE decidía por la calidad mientra la policía franquista pegaba por la calle, los espectadores escondidos en su casa veían los viernes a los buitres leonados, antes del Un, dos, tres. Cada vez estamos más cerca de revivir 1974. O 1984, cualquiera sabe. Atontados con el ruido purificador del bombo. Se invitan a unos científicos y ya entonces parece que estamos ante servicio público inédito e inigualable.

Total, que como ya Jorge Martín ha cumplido con el requisito de salir por La Revuelta, tras cumplir el acuerdo firmado por El Hormiguero (después de una semana hablando de amenazas, presiones y cosas así), ahora el ejemplar campeón de motociclismo es ya un señor del género masculino digno de encomio, admiración y un prodigio de simpatía. Ya lo era. Este campeón no necesitaba verse involucrado en una polémica de carácter infantil. Pero sí ha estado obligado a pasar por esta ducha reparadora para volver a ser un ciudadano decente ante la exaltada sociedad que propugna Broncano en las redes sociales. Un mundo feliz.