Fútbol

El antiguo Estadio de La Victoria, escenario de uno de los éxitos del Real Betis de Lopera

Manuel Ruiz de Lopera, a su salida del viejo La Victoria la noche del ascenso a Primera.

Manuel Ruiz de Lopera, a su salida del viejo La Victoria la noche del ascenso a Primera. / @realjaenshirts

El Real Betis y el beticismo están de luto por el fallecimiento de Manuel Ruiz de Lopera, el que fuera su presidente y máximo accionista, y uno de los rostros más carismáticos del fútbol español en los 90 y en la primera década del nuevo siglo.

En su larga trayectoria como máximo mandatario verdiblanco, Lopera consiguió uno de sus principales éxitos a nivel deportivo en Jaén, más concretamente en el antiguo Estadio de La Victoria. En la temporada 2000-2001, en la última jornada de aquella campaña en la categoría de Plata del fútbol español, el Real Betis logró su último ascenso a Primera División al vencer al Real Jaén por 0 - 2 gracias a un doblete de Gastón Casas

Aquel partido, disputado el 17 de junio de 2001, coincidió también con el último encuentro oficial en el antiguo Estadio de La Victoria, antes de su demolición. Aquel Real Jaén, dirigido por Pedro Braojos, firmó una gran temporada finalizando en la 10ª posición. En esa jornada 42, puso las cosas difíciles al Real Betis, que necesitaba ganar para certificar el ascenso, ante la persecución del Atlético de Madrid, que acabó cuarto y se quedó "un añito más en el infierno". 

Saludo entre capitanes, Rueda (Real Jaén) y Cañas (Real Betis) en el último partido oficial en La Victoria. Saludo entre capitanes, Rueda (Real Jaén) y Cañas (Real Betis) en el último partido oficial en La Victoria.

Saludo entre capitanes, Rueda (Real Jaén) y Cañas (Real Betis) en el último partido oficial en La Victoria. / @realjaenshirts

Lopera sufrió un leve desvanecimiento tras el final del partido en La Victoria

Apenas una hora después del final del partido, mientras los aficionados béticos celebraban el regreso a la élite del fútbol español invadiendo el terreno de juego de La Victoria, Manuel Ruiz de Lopera sorprendió a propios y extraños anunciando que quería abandonar la presidencia del club.

"Me he derrumbado en el palco porque llevo dos meses pasándolo mal. He perdido diecinueve kilos en este tiempo. Me he visto muy solo y he sufrido mucho. Lo estoy dando todo por el Betis y en este momento me siento a la vez alegre y triste. Casi seguro, voy a dejar el Betis a los béticos, tal como prometí, en una Junta General de Accionistas. Lo voy a hacer ante notario. Voy a dejarles un Betis en Primera y sin deudas", expresó ante los medios de comunicación después de sufrir un leve desvanecimiento al final del choque.

"Sólo les voy a exigir una cosa. Que cuando voten al presidente, voten también quitarle el nombre al estadio porque no me dejan terminar lo que empecé. Ahí tienen un Betis con superávit. Que los socios hagan con el Betis lo que quieran. Yo me he visto muy solo. Y además, ya se ha visto que cada vez que toso, meto la pata", explicó en medio de la euforia de la expedición verdiblanca.

Ese anuncio se quedó en agua de borrajas, porque Manuel Ruiz de Lopera continuó varios años más al mando del Real Betis, pero queda en la hemeroteca como una de las múltiples anécdotas de un mandatario que no dejó indiferente a nadie. Para su historia personal como presidente bético queda que vivió uno de los grandes éxitos deportivos de su Real Betis en tierras jiennenses, en un día muy señalado para el deporte de la capital, que se despidió de su vetusto estadio para siempre. 

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