El pasado domingo un hombre agredió en Urgencias a una enfermera del Hospital de San Agustín de Linares, lo que provocó el rechazo a la agresión de la comunidad sanitaria de la provincia jiennense. Tras estos hechos, el Colegio Oficial de Enfermería de Jaén, denunció los hechos y se personó como acusación particular. Así, el Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad linarense ha condenado a seis meses de cárcel como autor de un delito de atentado al agresor. A la pena privativa de libertad se le sumará la responsabilidad civil y las costas procesales.

Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Jaén han mostrado en un comunicado su satisfacción por la sentencia condenatoria al autor material de los hechos ocurridos en la noche del 28 de enero. Según la institución colegial, los hechos ocurrieron cuando la víctima salió a la zona de Admisión alertada tras escuchar fuertes golpes. Al parecer, un acompañante se encontraba propinando sonoros golpes en la puerta de cristal de acceso mientras gritaba e insultaba. La enfermera intentó calmar al sujeto y fue entonces cuando la agarró fuertemente por el brazo, increpándola e insultándola.

El presidente del Icoej, José Francisco Lendínez, muestra su satisfacción por la rápida actuación de la justicia en este caso concreto. "En esta agresión el sistema judicial ha funcionado con rapidez y diligencia, y así nos gustaría que ocurriera siempre", expone.

Las enfermeras soportan una gran carga asistencial

Del mismo modo, pide a la Administración Sanitaria medidas "contundentes y eficaces" para poder aumentar la seguridad e integridad de los profesionales sanitarios. También incide en que "las enfermeras soportan una gran carga asistencial y cuentan con pocos medios y poca seguridad tanto en Atención Primaria como en los servicios de Urgencias".

Lendínez apunta que las enfermeras son consideradas autoridad en el ejercicio de su trabajo y que, como tal, "deben tratarse y respetarse". Además, hace hincapié en que la agresión física y la intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial es considerada delito de atentado por los tribunales de Justicia, con penas que pueden llevar a prisión.

Tanto el Colegio como los sanitarios reclaman más medidas preventivas, entre ellas la presencia de un guarda de seguridad constante en la sala de Urgencias que es donde más se producen agresiones.