Un humanista del Renacimiento en la Catedral de Jaén
EXPOSICIÓN
Las galerías altas de la seo jiennense acogen la exposición "Constantia. 500 años del Cardenal Merino como obispo de Jaén", que recoge obras de arte y otros enseres religiosos de una época luminosa en la arquitectura renacentista.
El cardenal Esteban Gabriel Merino está considerado uno de los principales humanistas del Renacimiento, además de ser decisivo en el impulso que experimentó la Catedral de Jaén, el templo diseñado por el insigne arquitecto Andrés de Vandelvira y que aspira a su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Cuando se cumplen cinco siglos desde la ordenación del cardenal Merino como obispo de la Diócesis de Jaén, las galerías altas de la seo jiennense acogen la exposición "Constantia. 500 años del Cardenal Merino como obispo de Jaén", que recoge obras de arte y otros enseres religiosos de una época luminosa en la arquitectura renacentista.
“El cardenal Merino profesó un gran amor por Jaén, su tierra, a la que engrandeció y trasladó el movimiento del Humanismo del que se empapó en Italia”, indica Marta Torres, vicerrectora de Cultura de la Universidad de Jaén, la entidad que promueve esta muestra junto a la Fundación Caja Rural de Jaén y el cabildo catedralicio.
A su juicio, al cardenal Merino se le debe la promoción de las obras de la Catedral de Jaén, pues puso las bases y reunió los mecanismos de financiación necesarios que favorecieron el proyecto del arquitecto Andrés de Vandelvira, iniciado en 1548.
“Su obra supuso la apuesta firme y decidida por el Renacimiento frente al gótico, de ahí su constancia, firmeza y perseverancia, de las que ahora son testigos las galerías altas del templo y todos los visitantes que acudan a ellas”, subraya Torres.
En la exposición pueden contemplarse elementos que contextualizan el personaje y la historia de su vida. “A través de esta muestra buscamos ese reconocimiento y conocimiento sobre el Cardenal Merino, que fue obispo de Jaén entre 1523 y 1529”, ha explicado Luis Jesús García-Lomas, gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén.
De gran valor
En la misma línea se ha expresado el deán de la Catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, quien ha puesto en valor esta exposición como “un paso importante para recuperar una figura de calado que a veces, por desgracia, ha pasado desapercibida en la historia de Jaén”.
Consciente del carácter añadido que tenía la Catedral como iglesia meta de peregrinación del Santo Rostro, Merino puso las bases de una nueva iglesia mayor, haciendo valer la importancia de esta valiosa reliquia para obtener de Clemente VII el breve apostólico Salvatoris Domini (20 diciembre 1529).
Pero, según el deán, su máxima aspiración fue dotar al obispado giennense de una nueva catedral, que sustituye tanto a la vieja fábrica levantada por don Nicolás de Biedma como al nuevo edificio gótico que había empezado a construir, ya en el XVI, el obispo don Alonso Suárez.
Intentó además llevar adelante una seria reforma del obispado jiennense, algunas de cuyas iniciativas perduraron hasta la caída del Antiguo Régimen, destacó Martínez Rojas.
Desde la Universidad de Jaén se confía en que esta exposición contribuya a la “ansiada declaración” de la Catedral de Jaén como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Además, estudiantes del último curso de los grados en Historia del Arte y Geografía e Historia, en su calidad de becarios Ícaro, hacen de guías de la muestra.
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