El agua que dio vida a Beas de Segura ya es patrimonio cultural de toda Andalucía

La distinción del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico sitúa al municipio en el mapa del patrimonio cultural andaluz por la singularidad de su paisaje hidráulico

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Aljibe de Beas de Segura.
Aljibe de Beas de Segura.

El agua no solo ha modelado el territorio de Beas de Segura, sino también su historia, su forma de habitar y su identidad colectiva. Esa relación ancestral entre el río, la agricultura y el poblamiento acaba de recibir un reconocimiento de primer nivel. El Paisaje del Agua de Beas de Segura ha sido inscrito en el Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía, una distinción otorgada por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico que sitúa al municipio dentro del catálogo de paisajes con valores culturales de especial relevancia en la comunidad autónoma.

La inclusión en este registro va más allá de una catalogación técnica. El RPICA es un instrumento de conocimiento y protección que identifica aquellos territorios en los que el paisaje es el resultado de una interacción histórica y continuada entre la naturaleza y la acción humana. En el caso de Beas de Segura, ese vínculo se articula en torno al agua como elemento vertebrador de la vida económica, social y cultural del valle, desde el nacimiento del río Beas en la Cañada Catena hasta su desembocadura en el Guadalimar.

Localización del nuevo Paisaje de Interés Cultural.
Localización del nuevo Paisaje de Interés Cultural.

El ámbito reconocido engloba un espacio donde confluyen vegas, huertas históricas, sistemas de regadío tradicionales, molinos, aljibes, fuentes y puentes, así como los asentamientos que se han desarrollado a lo largo del cauce fluvial. Un paisaje construido a lo largo de siglos, en el que el aprovechamiento agrícola convive con el olivar de las laderas y con un entramado hidráulico que ha permitido el abastecimiento, la molienda y la organización del territorio. Todo ello conforma un mosaico cultural inseparable de la geografía y de la memoria colectiva del municipio.

El reconocimiento llega tras un proceso de trabajo orientado a conocer, proteger y poner en valor el entorno patrimonial del municipio. La delimitación del paisaje responde a criterios visuales, culturales y productivos, atendiendo no solo a la cuenca hidrográfica, sino a la percepción real del valle y a los elementos que explican su funcionamiento histórico. En ese espacio se concentran infraestructuras hidráulicas de origen medieval, sistemas de riego heredados del periodo islámico, restos de la actividad molinera y huellas de una intensa vida agrícola que han definido la fisonomía de Beas de Segura hasta la actualidad.

Desde el ámbito municipal, el Ayuntamiento de Beas de Segura ha publicado un comunicado en el que expresa su satisfacción por dicho reconocimiento, que considera “mucho más que una catalogación técnica” y que “confirma la relevancia patrimonial de nuestro territorio a nivel autonómico”.

En el texto, el Consistorio subraya que este paisaje “forma parte esencial de nuestra identidad” y que su incorporación al registro refuerza el compromiso municipal de “seguir recuperando, defendiendo y transmitiendo este patrimonio generación tras generación”.

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