Los Cedefo de Jaén alertan del colapso contra el fuego: "Un retén debe tener siete personas, algunos tienen tres"

En plena entrada del verano, cuando cada minuto puede marcar la diferencia entre un conato y una tragedia, los bomberos forestales de Jaén alertan de que los Cedefo (Centros de Defensa Forestal) operan bajo mínimos. Faltan manos, faltan medios, y sobra preocupación. La campaña de alto riesgo comenzó el 1 de junio, pero muchos equipos aún no están completos, no disponen del material de protección adecuado y trabajan con vehículos que no pueden acceder a las zonas de incendio. En resumen: la vegetación jiennense y quienes los defienden están desprotegidos.

Así lo denuncian dos voces desde el dispositivo Infoca, quienes han preferido mantenerse en el anonimato para evitar represalias. En concreto, un bombero forestal en el Cedefo de Huelma y otro en el Cedefo de Santa Elena. “La bolsa la han activado tarde y mal”, señalan desde el centro de Sierra Mágina, en referencia a la incorporación de nuevos efectivos a comienzos de junio. “No han sacado todas las plazas ni todas las interinidades. Están dando destinos largos a gente con menos puntuación. Es decir, lo están haciendo mal desde el principio”. La consecuencia directa, dice, es la falta de personal mínimo para formar grupos operativos: “Un retén debe tener siete personas, pero hay muchos en los que estamos cuatro, cinco, incluso tres. Así no podemos trabajar. Hay que juntar dos o tres retenes para formar un solo grupo mínimo de intervención”. En Santa Elena confirman que el problema es generalizado: “A 20 de junio, el 90 o 95% de los grupos especialistas en los Cedefo de Jaén no estaban operativos. Los compañeros eventuales que deben reforzar el dispositivo en verano no han sido contratados todavía. No tenemos gente suficiente para trabajar”.

La falta de recursos materiales es otro punto de máxima preocupación. “Tenemos cascos desde 2016 que ya están deteriorados”, denuncian. “Este año no nos han dado ropa nueva, porque directamente no hay en el almacén. Los EPI están en mal estado y no los reponen. Tienes que aguantar con lo que tienes, aunque esté roto”. Desde otros centros lo ratifican y amplían: “En muchas unidades estamos usando cascos con fecha de fabricación de 2014. No llegan los nuevos. Y no solo eso: faltan elementos básicos como camisas ignífugas o gafas de protección. Sin ellos no puedes trabajar con seguridad cerca del fuego o subir a un helicóptero”.

A ello se suma el problema de los vehículos. “Tenemos coches de más de ocho años en mal estado. Y los nuevos que han llegado son furgonetas que no pueden meterse por los caminos forestales. En algunos casos, tenemos que andar una hora para llegar a un incendio. Y cuando llegas, llegas liquidado”, advierten y califican esta decisión como “una irresponsabilidad”. “El propio manual del fabricante indica que esas furgonetas no están diseñadas para circular fuera de carreteras asfaltadas. Pero nos las han asignado a Infoca. Es añadirnos un peligro más”, indica. Además, señala, los vehículos todoterreno nuevos (Defenders) aún no han sido entregados: “Sabemos que están en una explanada, pero nadie nos dice por qué no los reparten”.

Otro aspecto que también denuncian el incumplimiento de un compromiso histórico de la Junta de Andalucía: el plus de antigüedad. “Somos los únicos trabajadores públicos que no cobramos la antigüedad. Hay compañeros que llevan 30 o 35 años y se jubilan sin ese derecho. Nos prometieron empezar a abonarla en 2025, pero no tenemos garantías de que vaya a ocurrir”, explicaron.

Tanto en Santa Elena como Huelma coinciden en lo más preocupante: la falta de coherencia entre el discurso político y la realidad. “La Junta dice que este es el año de mayor inversión en Infoca, pero no tenemos ni personal, ni ropa, ni vehículos adecuados. Si este es el mejor año, no quiero imaginar uno malo”, recuerdan. Con los incendios ya activos y las temperaturas en aumento, quienes están en primera línea piden medios, refuerzos y respeto.