Vericuetos
Raúl Cueto
Sarajevo
Donde los olivares parecen no tener fin y los pueblos se asientan entre sierras y valles, la vida rural sigue siendo el alma de una provincia que se resiste a vaciarse. Sin embargo, la despoblación avanza lentamente y deja a su paso calles más silenciosas, escuelas con menos niños y campos cada vez más difíciles de mantener.
La Junta de Andalucía ha puesto cifras a esa preocupación en su I Estrategia frente al Desafío Demográfico 2025-2030, un documento que clasifica los municipios andaluces según su nivel de riesgo de pérdida poblacional. En el caso de Jaén, cinco municipios aparecen marcados en rojo, con prioridad “alta”.
Es el caso de Albanchez de Mágina, Cazalilla, Génave, Hinojares y Villarrodrigo. Pueblos pequeños, enclavados en comarcas de montaña o zonas rurales dispersas, que cumplen siete o más de los indicadores que alertan sobre el riesgo de despoblación. La densidad de población por debajo de los 20 habitantes por kilómetro cuadrado, el envejecimiento, la escasez de jóvenes o la pérdida de empleo son algunos de los factores que los sitúan en el grupo más vulnerable.
En Albanchez de Mágina, apenas 930 habitantes resisten en medio del paisaje montañoso. Cazalilla, con 771 vecinos, mantiene viva la tradición agrícola que ha marcado su historia. Más al norte, Génave, con 547 habitantes, y Villarrodrigo, el más pequeño con 390 residentes, representan el pulso débil pero obstinado de la Sierra de Segura.
A estos cinco pueblos se suman otros 33 municipios en prioridad media, que cumplen entre cuatro y seis de los indicadores. En esta lista figuran nombres como Aldequemada, Bélmez de la Moraleda, Cambil, Hornos, Orcera, Pozo Alcón, Siles o Torres, muchos de ellos enclavados en las sierras de Mágina, Segura y Cazorla, donde el relevo generacional y el empleo juvenil siguen siendo asignaturas pendientes.
Otros 35 municipios están catalogados con prioridad baja, entre ellos Arjona, Bedmar y Garcíez, Begíjar, Cazorla, Huelma, Jimena, Lopera, Vilches o Villatorres, que aún conservan cierto dinamismo, pero también acusan la pérdida paulatina de población joven.
En total, 73 de los 97 municipios de Jaén forman parte de esta estrategia autonómica, lo que supone más del 60% del total provincial. El objetivo: orientar ayudas, inversiones e infraestructuras hacia los lugares donde más falta hace. En el mapa, el rojo marca la urgencia, el naranja la alerta y el amarillo la vigilancia.
Prioridad alta
Prioridad media
Prioridad baja
Ya en marzo de este año, los técnicos de la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública, junto al Instituto de Cartografía de Andalucía, el Centro de Estudios Andaluces y un equipo de expertos encabezados por el profesor Eugenio Cejudo, de la Universidad de Granada, advirtieron del avance de la crisis demográfica en la comunidad.
El estudio, elaborado tras meses de análisis y trabajo de campo, dibujaba un mapa inquietante: de los 780 municipios andaluces, 95 se encuentran en riesgo alto de despoblación, la mayoría en las zonas rurales de interior y montaña. En él ya se señalaban las provincias de Jaén, Córdoba y Granada como los territorios más vulnerables, por su elevada media de edad, el bajo relevo generacional y la pérdida constante de población activa.
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