Nacen nuevas crías de cigüeña blanca en la espadaña de Santa Catalina, en Espeluy

Sobrevuelan las alturas y viven a varios metros por encima de nosotros. Las cigüeñas son criaturas poco visibles en nuestra provincia, pero los pocos ejemplares existentes sobre nuestros tejados cuentan con su propio vigía: Juan Manuel Miguel. Este experto aviar es coordinador del Grupo de Anillamiento Científico Erithacus Sur, además de un auténtico guardián de esta singular especie. Su labor en la preservación de los polluelos es fundamental para controlar la población de estas aves en Jaén. El último trabajo de su equipo ha tenido lugar en la espadaña del templo de Santa Catalina, en Espeluy, donde recientemente han nacido cuatro pollos de cigüeña blanca.

Con la colaboración de los bomberos de Andújar, este grupo científico autorizado por el Ministerio para la Transición Ecológica ha podido obtener muestras de sangre y medidas biométricas para conocer los motivos que determinan la presencia de posibles tóxicos en estos animales. Cabe señalar que la población de cigüeñas en Jaén no se sitúa en los mismos niveles frente a otras provincias: "Tenemos 40 nidos solamente, que están situados en la franja que va del Guadalmena hacia Sierra Morena; (...) y digo solamente 40 porque en Ciudad Real hay 2.500 y pico nidos", explicaba en una entrevista a Cadena Ser.

Para acceder a la morada de estas crías y proceder al anillamiento es necesaria en la mayoría de ocasiones la intervención del equipo de bomberos. En el proceso de esta ardua tarea se realiza un seguimiento de dicho nido durante todo el año para concretar el momento propicio para controlar el nacimiento de los pollos y poderlos anillar: "Es la época que va entre últimos de invierno, primavera y principio verano". En coordinación con la Diputación de Jaén, son los bomberos quienes ofrecen sus vehículos y escaleras para alcanzar la altura de los nidos, normalmente ubicados en torres y campanarios, como ha sido el caso de la parroquia espeluseña.

"Suben el camión escala y dentro de la cesta va gente del equipo nuestro, que se encargan de retirar los pollos del nido", apuntaba el coordinador de Erithacus. Es una vez abajo, sobre la mesa, donde las crías son anilladas y estudiadas a fondo con el debido cuidado para no generarles estrés. Así, Juan Manuel pone su propio granito de arena para que las cigüeñas sobrevuelen el cielo jiennense con la seguridad de preservar y prolongar su presencia durante muchos años más. Los vecinos de Espeluy, por ejemplo, tienen ahora la fortuna de contar con una nueva generación de estas aves, vigilantes desde Santa Catalina.