Investigan a cuatro vecinos de Jaén por cazar furtivamente en una finca de Badajoz

SUCESOS

Los presuntos autores, de Baños de la Encina, Andújar y Guarromán, habrían accedido ilegalmente a este terreno para abatir tres ciervos y sustraer trofeos y cornamentas valoradas en más de 10.000 euros

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Operación 'Luchadera', que se ha saldado con cuatro detenidos de Jaén.
Operación 'Luchadera', que se ha saldado con cuatro detenidos de Jaén. / GUARDIA CIVIL

La Guardia Civil ha abierto diligencias contra cuatro personas, vecinos de Jaén, por su presunta implicación en un caso de caza furtiva en una finca situada entre los términos municipales de Hornachos y Puebla de la Reina, en la provincia de Badajoz. Según las investigaciones, los implicados habrían abatido ilegalmente hasta tres ciervos.

Los investigados, vecinos de Baños de la Encina, Andújar y Guarromán, han sido señalados como presuntos autores de un delito contra la flora y fauna, en el marco de la operación denominada ‘Luchadera’, según ha informado la Guardia Civil a través de un comunicado.

Desde el pasado mes de diciembre, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Badajoz, en colaboración con la Patrulla de Hornachos, venía investigando la muerte de tres ciervos abatidos con arma de fuego, así como el robo continuado de cornamentas caídas por desmogue en una finca cinegética con régimen especial.

El modus operandi

Los autores abandonaron los cuerpos de los animales en el propio terreno, llevándose únicamente los trofeos y los lomos de uno de los ejemplares. Gracias a los dispositivos de vigilancia desplegados en la zona, las labores de investigación y el intercambio de información con la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) de la Comandancia de Jaén, los agentes lograron identificar a los supuestos responsables, conocidos furtivos con un amplio historial por delitos similares cometidos en distintas regiones del país.

Los investigados habrían accedido a la finca de forma ilegal, superando las vallas mediante escalo y utilizando rifles para abatir a los animales. Posteriormente, cercenaron las cornamentas, presuntamente con la intención de venderlas en el mercado negro. Además, se pudo determinar que no era la primera vez que se adentraban en este coto privado: lo hacían con frecuencia para recoger cuernas de desmogue con fines lucrativos, estimándose que el valor total de lo sustraído podría superar los 10.000 euros.

Con todas las pruebas reunidas, en el mes de julio fueron localizados e instruidas las diligencias correspondientes por su supuesta participación en un delito relativo a la protección de la flora y fauna, tipificado en el artículo 335 del Código Penal, tanto por la caza ilegal de los ciervos como por el robo continuado de las cornamentas. Las actuaciones ya han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Villafranca de los Barros.

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