Manuel Vilas: "Mi novela puede ser delirante, pero antes que mi novela el delirio está en el mundo”

El escritor aragonés participará en un desayuno-coloquio con Jaén Hoy el próximo 4 de noviembre, donde ofrecerá una conferencia sobre su libro El mejor libro del mundo

Así es la compleja restauración de 'Rea Silvia', una pieza única de Rafael Hidalgo, en el Museo de Jaén

El escritor Manuel Vilas. / EFE Javier Cebollada.

Buceando entre sus propios pensamientos y atendiendo con una mirada abierta a lo cotidiano, a las relaciones, a todo lo mundano, pero también a lo intrínseco que nos hace seres humanos, "vivientes", Manuel Vilas remueve la mente y emociones de los lectores con estos temas en sus obras. Los atraviesa con un humor "que está siendo barrido" y pese a la crudeza y realismo de sus frases, no es "un pesimista" porque no soporta la solemnidad ni a la "víctima profesional"

En El mejor libro del mundo, su más reciente novela, el escritor aragonés vuelve a explorar con humor y ternura los grandes temas que siempre lo acompañan: la vida, la muerte, el amor, el paso del tiempo, el éxito, el fracaso o la fragilidad de los afectos. Vilas conversa con Jaén Hoy sobre esas cuestiones que atraviesan su obra y su pensamiento, la vulnerabilidad como condición humana, el papel del humor en tiempos de solemnidad, el éxito entendido como la capacidad de conmover, y la obligación de mantener la alegría incluso frente a la incertidumbre.

El escritor Manuel Vilas, una de las voces más personales y reconocidas de la literatura española contemporánea, visita Jaén dentro del ciclo “De Letras por Jaén”. El autor ofrecerá el martes 4 de noviembre una conferencia sobre su libro El mejor libro del mundo en un desayuno-coloquio con Jaén Hoy. El escritor será presentado por el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, en el Hotel Condestable Iranzo, a las 10:30 horas y, posteriormente, participará en un coloquio moderado por el director de Jaén Hoy, José Manuel Serrano.

Pregunta.En sus libros habla sobre la vida, la muerte, lo cotidiano, las relaciones con las personas más cercanas ¿Por qué elige escribir sobre esto o es algo irremediable que le nace?

Respuesta.La literatura tal como yo la entiendo, describe la vida. Habla de lo que de lo que nos pasa, de nuestra condición humana, es decir, yo lo que cuento es la vida, la vida de la gente. Esos temas fundamentales, el paso del tiempo, la familia, el amor, la muerte, el dinero, el trabajo. No hago más que contar lo que veo, nace de ver la vida. Es un arte que refleja la vida que vivimos. Lo que pasa es que lo que hace la literatura es explorar un poco en zonas que de la vida que a veces no sabemos percibir y la literatura le pone palabras a esas zonas oscuras.

P.Es muy importante entonces estar despierto en su día a día, estar muy atento y presente en lo que pasa a su alrededor

R.Eso sí que tiene que tener un escritor, una gran curiosidad y una gran atención. Esto, digamos, que nuestro oficio exige atención y curiosidad. Pero vamos, lo lleva de serie, se configura en tu alma ya. Es una mirada muy obsesiva para intentar comprender qué está pasando. Siempre la literatura ofrece un punto de vista inesperado, que eso es precisamente lo que los lectores buscan, una explicación distinta. No exactamente basada en datos, en documentación, sino una mirada emocional sobre la vida. Pero las herramientas son la curiosidad y la atención.

P.Empezar con un suicidio como punto de partida de una novela como es El mejor libro del mundo, es impactante. ¿Tenía esa intención?

R.Sí. Yo pensé que era una forma de protegerme con respecto a lo que venía dentro del libro. Si el que había escrito el libro se había muerto, no había nadie a quien echarle la culpa de nada. Era una ironía, pero era una ironía divertida, me parecía humorística. Decir, bueno, si ustedes quieren contradecir o cabrearse con este señor, lo llevan claro porque se ha muerto. Y también una intención humorística. El humor es muy importante en mi literatura y el humor hoy en día está siendo barrido, y está también en cuarentena. La gente no se ríe ya. Imagino que no hay motivos para reírse, claro.

P.¿Por qué cree que está en cuarentena el humor?

R.Pues porque vivimos una crisis social, moral, ideológica, económica, una crisis de valores. Y entonces, en los momentos de crisis el humor es como sospechoso. Además, el humor siempre es sospechoso porque cuestiona la solemnidad, cuestiona la autoridad, cuestiona la gravedad, cuestiona las ideologías políticas imperantes. El humor siempre es un agravio contra cualquier tipo de verdad. El humor tal como yo lo entiendo, que es herencia del Quijote de Cervantes, significa ponerlo en cuestión y ahora vivimos momentos en donde la gente quiere tener creencias firmes. Entonces el humor ante la creencia firme siempre resulta sospechoso.

P. A usted, ¿por qué le sirve como herramienta el humor en sus libros? ¿Por qué lo quiere reflejar?

R.Este mundo es delirante. Hay gente que dice que va en serio este mundo. A mí me parece que es un delirio total. Entonces, ¿cómo vas a pintar este mundo si no es desde el delirio? Que mi novela pueda ser un delirio, claro, pero antes que mi novela el delirio está en el mundo. Habrá quien le parezca que este mundo es normal. Allá él. A mí me parece un delirio. La situación política internacional, las ideologías, las religiones, las guerras, la crisis económica. Y no es que sea un pesimista, pero si yo quiero reflejar la vida que estamos viviendo, pues sin el humor me vería muy limitado. Yo soy un vitalista, yo no soy pesimista. Lo que pasa es que en mi libro sí tiene dos enemigos que son la solemnidad y la superstición, que son dos cosas que yo no soporto. Yo no soporto las supersticiones de ninguna clase. Porque por eso, porque son supersticiones. Y luego no soporto la solemnidad. La solemnidad me parece la cosa más aburrida del mundo y solemnidad sigue habiendo por ahí. Un pacto de solemnidad patético por todas partes, todo es solemne.

P.Y en este mundo tan loco y tan frenético que además no nos permite parar, ¿nos permitimos estar mal? ¿Se permite también usted estar mal?

R.Eso es hablar de la vulnerabilidad, también. Lo normal es que uno esté mal. Si no estás mal, es que eres un psicópata. O sea, si no te deprimes, te angustias y tienes ansiedad frente a todo este mundo que tenemos, es que eres un psicópata. Lo normal es deprimirse y si no te deprimes, eres un asesino en serie.

P.Es difícil no hacerlo, ¿no?

R.Lo normal de una persona sensible es que tengamos momentos es que se angustie. Y si no se angustia, pues es que es un asesino en serie. Lo digo en broma, lo digo exagerando. Yo utilizo mucho la exageración en mis novelas, pero ¿por qué utilizo la exageración? Para que la gente preste oído.

P.¿Hay que contrarrestar la vulnerabilidad?

R.Pero el reconocimiento de la vulnerabilidad es nuevo. Esto sí que sociológicamente es una novedad, ya que antes la vulnerabilidad no se expresaba. Y aquí cuento la vulnerabilidad del escritor, porque un escritor como cualquier otro trabajador tiene un oficio y le va bien o le puede ir bien, le puede ir mal y tiene miedo como cualquier profesional¿Qué es que te vaya mal? Pues que de repente no te llegue a fin de mes y no puedas pagar las cosas. Y en eso se te va la vida.

P.¿Por qué eligió el título de El mejor libro del mundo para esta obra?

R.Porque me pareció divertido. Me pareció un título bonito. Evidentemente, es irónico, pero un escritor tiene que salir a la plaza a darlo todo como cualquier profesional. Un periodista tiene que pensar que va a hacer la mejor entrevista del mundo. Si no, mal. Un cirujano tiene que pensar que va a hacer el mejor trasplante de corazón del mundo. Si no, mal. Un futbolista tiene que pensar que va a meter el mejor gol del mundo. Si no, mal. Esta es la idea. La idea es la búsqueda de la excelencia en tu trabajo, si te gusta tu trabajo. Si no te gusta tu trabajo, búscate otro rápidamente.

P.¿No supone eso también un nivel grande de presión en su día a día?

R.Sí, pero yo creo que el ser humano si lo que le gusta, lo hace con pasión, pues ya tiene un sentido su vida. Y eso es lo que de alguna manera sí afirma ese título. El escritor que habla en el libro no va a escribir el mejor libro del mundo porque probablemente ni existe el mejor libro del mundo, pero mientras lo intenta, su vida resplandece, su vida se ilumina, como la de cualquier otro profesional de lo que sea. Ahí sí que es el reconocimiento de que los seres humanos son seres que necesitan hacer cosas para que su vida esté bien vivida. El ser humano es activo, necesita realizar. Todo el mundo necesita hacer algo. Es una idea positiva de la vida, la ejecución de cosas.

P.Tener un oficio. Una pasión.

R.En el mejor sentido de la palabra, es que el problema es que ahora la idea del trabajo está ya tan deteriorada que la gente ya no cree en el trabajo. Yo en vez de trabajo usaría la palabra hacer cosas. Entonces, hay que hacer cosas. Hacer cosas que te gusten y que, lógicamente, tengan también una recompensa económica para que puedas vivir. Ese sería el paraíso en la tierra.

P.En el mejor libro del mundo también habla del éxito y del fracaso. ¿Qué significa para usted alcanzar el éxito como escritor y en su vida personal?

R.El éxito de un escritor es conmover al lector. El éxito de un escritor pasa por cuando tu libro conmueve a un lector. Eso es el éxito. Si cuando una persona viene y te dice he leído tu libro y me ha cambiado la vida o me ha fascinado o me ha tocado el corazón, eso es cuando un escritor dice, vale, tiene sentido lo que he hecho. En el plano personal, el éxito es que te quiera alguien. Si no te quiere alguien, a ser posible, pues mira a ver si con un perro, que quieren a todo el mundo. Es que si un ser humano no encuentra el amor en esta vida es triste. Yo creo que ahí está una de las grandes maravillas del mundo, de la vida humana, que es el amor. A ser posible el amor de otro ser humano. Hoy en día todo son desconfianzas con respecto al amor. Ahora hay una cosa muy el amor a la naturaleza, el amor a los animales, ahí están nuevas formas de amor más místicas. Mucha gente envejece sola y quizá el concepto de amor ahora se esté expandiendo.

P.Hablaba antes de la importancia también de conmover a los lectores. ¿Cuándo escribe lo hace con el fin de conmover o piensa primero en sus emociones?

R.No, primero pienso en mis emociones. Si yo consigo precisar lo que estoy sintiendo. Ni el escritor es un extraterrestre ni los lectores son extraterrestres. Entonces, cuando un escritor precisa un sentimiento que lleva en la cabeza, ese sentimiento lo tiene el lector igual, porque somos la raza humana. Cuando un lector lee una novela y se emociona, no hay nada en la novela que no esté ya en la cabeza del lector. Lo que te va a contar un escritor es algo que tú ya presientes que está en la vida. En la novela, por ejemplo, en Ordesa, lo que hice fue poner palabras al duelo por la muerte del padre y la madre, pero todo el mundo tiene padre y madre. Entonces, cuando leían ese libro, si habían perdido a sus padres, pues ese duelo tenía palabras. Y entonces automáticamente el lector se siente reconfortado.

P.En sus novelas autobiográficas, ¿no le da miedo exponerse tanto?

R.De momento no me ha enviado nadie a la cárcel. Lo que quiero decir es que si hay libertad, si vivimos en una democracia, la libertad teórica no me gusta. Yo creo que la gente debe concretar la libertad en actos. Estas novelas mías son actos de libertad. Mucha gente no dice cosas que llevan en la cabeza sabiendo qué se pueden decir. Entonces, que yo contase la vida de mi padre y mi madre estaba al servicio de que el lector recordase que tiene padre y madre y que hay una ley biológica inexorable.

P.¿Qué legado le dejaron sus padres en una obra tan importante para usted como Ordesa?

R.Pues un misterio, eso sí que es increíble. La belleza del misterio, un misterio maravilloso que toca el amor, la belleza, la memoria, cosas muy bonitas, son muy hermosas. Y es un legado casi es un legado espiritual que a veces toca lo sobrenatural. Fíjate que yo soy ateo, pero aun siendo ateo, pienso, es un legado, a lo largo sobrenatural lo que te dejan tus padres.

P.Una vez terminó esa obra, ¿hubo algo más que aprendió de ellos?

R.Pues que hay que vivir la vida. Y hay que, pese a todo lo que nos caiga encima, decía Kafka y esto lo repito mucho, que la alegría es una obligación. Y yo creo en eso. Yo creo que la alegría es una obligación. Que la manera de corresponder a tus padres es estando alegre, dichoso. Tampoco te pueden pasar cosas tan graves. ¿Te echen del trabajo? Es grave, pero, ¿qué haces? Te buscas a otro. Que te deja el marido la o tu mujer o lo que sea, bueno, pues con un poco de esfuerzo igual encuentras a otro. Es una elección también de la vida como comedia y no la vida como drama. Eso es lo que este libro afirma, una comedia inteligente, no una comedia barata. El mejor libro del mundo es eso, la vida como comedia inteligente, pero más como, pero siempre como comedia, no como drama. Mucha gente las vive como unos dramas, en España, sobre todo. Yo creo que por herencia del catolicismo. El drama no ayuda nada, te anula. Te paraliza. La comedia inteligente no significa que tú no sufras, claro que sufres, pero tienes un afán de superación.

P.¿Qué significa exactamente en su último poemario el título Ciudades en venta?

R.Pues este libro, el poemario, está escrito un poco por todas estas cosas que te he venido diciendo. Por mi oficio de escritor viajo por esas ciudades que salen ahí, veo qué está pasando algo. Veo que realmente el siglo XXI está naciendo ahora. Estamos en el 2025, pues imagínate en 1925. ¿Qué era 1925 con respecto al siglo XX? Pues piensa en qué puede ser el 2025 con respecto al siglo XXI. O sea, en 1925 todavía solo había ocurrido la Primera Guerra Mundial, pero es que faltaba la Segunda Guerra Mundial y faltaba todo lo que iba a venir después. Faltaban muchísimas cosas. Yo creo que el 2025 está naciendo lo que va a ser el siglo XXI. Y yo creo en el poder premonitorio de la literatura. Por ejemplo, Lorca cuando escribe Poeta en Nueva York, que es una obra premonitoria de la deshumanización del siglo XX. O cuando Kafka escribe El Proceso, que es otra obra premonitoria del siglo XX, de los totalitarismos del siglo XX.

P.Con el término "venta", ¿a qué se refiere?

R.Venta de todo. Está todo en venta, el liberalismo económico ha hecho crecer las sociedades, pero estamos llegando quizá al momento del colapso de este modelo económico. Que todo tenga un precio, al final es una cosa terrible. Yo no soy politólogo ni soy economista ni nada, solo veo que todo tiene un precio, ¿no?

P.¿Cree que en la ciudad o, más bien, la sociedad, existe una crisis espiritual o existencial de nuestro tiempo?

R.Sí, hay una crisis, efectivamente. Hay una crisis espiritual, una crisis ideológica. No ha aparecido ninguna ideología política que de esperanzas. Desde la caída del Muro de Berlín no hay, no existe ninguna alternativa al modelo que impera en estos momentos, que es un modelo de capitalismo global. Pero además está la circunstancia que no hay que olvidar que es que este 2025, pese a que sea lo que tenga aristas muy negativas, es mejor que 1985, por ejemplo. O sea, es decir, que no hay que olvidar que vivimos mejor que hace 10 años, pese a todo. Hay una serie de avances científicos médicos, por ejemplo, que son importantes. De repente ahora la esperanza de vida es de 80 y tantos años en España, pues hace 40 años no era esa esperanza de vida. Yo quiero vivir, yo quiero hacer 100 años si puede ser. No hay que rasgarse las vestiduras porque, pese a todo, existe una serie de avances científicos, tecnológicos que están bien. Pese a que haya una deshumanización y pese a que predomine el materialismo, hay que ver también las partes buenas de esta sociedad.

P.Usted que es de Huesca, una provincia pequeña, igual que Jaén. ¿Se tiene una perspectiva diferente de la vida e influye a la hora de escribir?

R.Sí, sin duda. Yo vivo en Madrid desde hace años, pero Madrid se lo lleva todo. Es curioso porque un país como España que está superdescentralizado, es la apariencia porque en realidad hay dos grandes ciudades en España que son Madrid y Barcelona. Y todo lo demás parece que no existe. Entonces, yo al haber nacido en un pueblo, tengo la visión periférica del mundo. Vengo también de una tierra despoblada, en donde no hay nadie y además veo que "La España vaciada" va a seguir vaciada, se le ha puesto nombre, pero no se ha llenado. No han hecho absolutamente nada por llenarla. Ahí sí que me parece un problema importante en este país, que siga habiendo una España en donde no hay nadie y luego la España de las cuatro o cinco capitales que hay. También me influye al escribir, el haber vivido mi infancia y mi adolescencia en un pueblo me determina. Mi infancia ocurrió en un pueblo. Adquieres una sensibilidad especial. Los veranos eran infinitos.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último