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Jesús Vicioso
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ARQUEOLOGÍA
Cada 28 de julio se celebra el Día Internacional de la Arqueología, una fecha clave para descubrir y ampliar conocimientos acerca del patrimonio que nos conecta con nuestros orígenes. No hay mejor lugar para hacerlo que en la provincia de Jaén, uno de los territorios con mayor riqueza arqueológica de España, donde se ha registrado vida desde la Prehistoria hasta la Edad Media para llegar a nuestros días.
Entre los numerosos enclaves arqueológicos destacan tres yacimientos que ponen sobre la mesa las maneras de vida de los íberos, las variables que jugaron su papel en el desarrollo de la romanización, además de conocer cuáles eran las creencias de la vida en la antigüedad.
La ruta que te proponemos va de un punto del mapa jiennense hasta el otro, pasando por Linares para conocer Cástulo; los parques naturales de Despeñaperros y Sierra Morena, para descubrir el Santuario Ibérico del Collado de los Jardines y el Oppidum íbero de Puente Tablas, en la capital jiennense.
A solo 4 kilómetros de Jaén capital se encuentra el oppidum de Puente Tablas, un asentamiento fortificado que refleja la sofisticación de la cultura íbera del Alto Guadalquivir. Aunque su ocupación se remonta a la Edad del Bronce, es en el siglo IV a.C. cuando alcanza su máximo esplendor.
El visitante accede a la ciudad a través de la Puerta del Sol, un acceso orientado hacia el este. Este monumento es famoso por un fenómeno astronómico: durante los equinoccios de primavera y otoño (20–25 de marzo y septiembre), los primeros rayos de sol atraviesan la puerta e iluminan la figura de una diosa localizada junto a ella. Se trata de un ritual ancestral vinculado a la fertilidad, la vida y la muerte, la riqueza y el amor.
Una vez dentro del recinto, se puede recorrer una manzana de casas excavadas, con patios, habitaciones, almacenes comunales e indicios de segundas plantas. El urbanismo, basado en una retícula cuadrangular, evidencia una planificación avanzada. En uno de los extremos del oppidum se encuentra el palacio del príncipe íbero, que contaba con patios porticados, cuadras, almacenes, hornos, bodega y almazara.
El yacimiento cuenta con un Centro de Interpretación donde se explica la vida cotidiana de los íberos a lo largo de las estaciones del año y las funciones de los diferentes espacios de la ciudad. Se puede visitar de martes a domingo y festivos, en horario de 9:00 a 15:00 horas.
Situada en Linares, en la margen derecha del río Guadalimar, Cástulo fue uno de los enclaves más influyentes del mediodía peninsular. Su recinto amurallado de 70 hectáreas y su posición estratégica en el Alto Guadalquivir la convirtieron en el centro neurálgico de la Oretania íbera antes de transformarse en municipio romano. Además, sus minas de plata, plomo y cobre fueron vitales para asegurarle una gran prosperidad económica.
Las excavaciones en Cástulo durante los últimos años han revelado piezas de enorme valor histórico y artístico. La Puerta de los Leones, de época republicana, es el lugar donde se halló el célebre León de Cástulo, considerado el mejor conservado de la península. Otro descubrimiento de gran relevancia es el Mosaico de los Amores, elegido por National Geographic como uno de los diez hallazgos más importantes de 2012, y que representa escenas mitológicas con una calidad extraordinaria.
A ello se suma que, dentro de un edificio religioso, se encontró la Patena de Cristo, un plato de vidrio del siglo IV con una de las imágenes más antiguas y mejor conservadas de Cristo, pieza clave para la historia del cristianismo en Hispania.
El recorrido por el yacimiento se completa con la visita al Castillo de Santa Eufemia, fortificación árabe integrada en la Ruta de los Castillos y las Batallas. Además, el Museo Arqueológico de Linares conserva y expone los principales hallazgos de Cástulo, que puedes conocer visitándolo de martes a sábado, de 9:00 a 18:00 horas, así como los domingos y festivos, de 9:00 a 15:00 horas.
En plena Sierra Morena, dentro del Parque Natural de Despeñaperros, se encuentra el Santuario Ibérico del Collado de los Jardines, situado en la Cueva de los Muñecos en la ladera sur del Cerro del Castillo. Este lugar, conocido desde el siglo XIX, es uno de los tres grandes santuarios ibéricos de la península.
Los iberos elegían lugares donde pudieran encontrarse tres elementos: cueva, agua y bosque como residencia de la divinidad. Aquí acudían con sus ofrendas, que ahora nos resultan clave para reconstruir sus creencias y rituales.
El santuario es célebre por los más de 2.000 exvotos de bronce hallados en su interior que representan hombres y mujeres, sacerdotes, guerreros, caballeros, partes del cuerpo humano y objetos relacionados con la salud, la fertilidad y la protección. También destacan figuras femeninas embarazadas, madres con niños y parejas en ritos nupciales. Estas piezas, de entre 8 y 18 centímetros, se consideran precursoras de los exvotos de santuarios cristianos.
Además de la cueva, el conjunto incluye un poblado excavado en 1916, donde se descubrieron una muralla, un recinto sagrado y una fundición de exvotos metálicos. Las estructuras principales datan de los siglos IV y III a.C., aunque el origen del santuario podría remontarse al siglo V a.C.
El acceso actual se realiza mediante un sendero señalizado de 2,2 kilómetros con dificultad media, que permite disfrutar del entorno natural y de las pinturas rupestres presentes en la zona.
Los yacimientos de Puente Tablas, Cástulo y el Collado de los Jardines son tres pilares fundamentales para comprender la historia de Jaén y su papel en la antigüedad. En este Día Internacional de la Arqueología, estos tres lugares son todo un recordatorio de la importancia de conservar, investigar y difundir nuestro patrimonio para que las generaciones futuras sigan dialogando con el pasado.
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