Jaén, un oasis en España para contemplar buitres: “sin ellos, habría más pandemias"
PARQUES NATURALES
Jaén es uno de los pocos lugares de Europa occidental donde conviven las cuatro especies de buitres. En el Día Mundial del Buitre, el biólogo Javier Moreno explica por qué estas aves son clave para evitar epidemias y dónde observarlas en la provincia
Descubre la fauna salvaje de Jaén, una de las más ricas de Europa
Nunca mirar al cielo con optimismo había tenido tanto sentido. Y es que, a pesar de que la cultura popular ha asociado siempre al buitre con la muerte, la realidad es justo al contrario: son garantes de la vida. Su día a día hace posible eliminar toneladas de restos orgánicos en entornos naturales que, de otra forma, podrían dar pie a la extensión de enfermedades y epidemias.
Cada primer sábado de septiembre se celebra el Día Mundial del Buitre, una jornada para reivindicar la importancia de unas aves que, durante siglos, han sido incomprendidas. Hablamos con Javier Moreno, biólogo y gerente de la consultora ambiental GECOAM para conocer más de estas aves carroñeras diurnas que pueden contemplarse en los cuatro parques naturales de Jaén y su papel en el ecosistema y, por ende, en nuestra propia vida.
Un ejército invisible contra las pandemias
“Los buitres son muy importantes para evitar epidemias”, afirma Javier Moreno, biólogo y gerente de la consultora ambiental GECOAM. “La gente que no está interesada en la naturaleza tiende a verlos como un asunto superfluo, pero ofrecen un servicio ecosistémico que, de tener que sustituirlo los humanos, costaría miles de euros. Ellos limpian el campo de carroñas; si no lo hicieran, se extenderían enfermedades que podrían derivar en epidemias”, confirma Moreno.
El ejemplo más contundente se encuentra en la India. Hace dos décadas, el país contaba con una de las mayores poblaciones de buitres del planeta. Sin embargo, el uso veterinario del diclofenaco, un antiinflamatorio empleado en el ganado y letal para estas aves, provocó la muerte del 80% de sus ejemplares en apenas unos años.
La consecuencia fue inmediata: un aumento del 4% en la mortalidad humana por infecciones. Además, en algunas comunidades indias que depositan los cadáveres de sus difuntos para que los consuman estas aves, la ausencia de buitres generó graves problemas sanitarios.
Jaén, un paraíso para los buitres
España es hoy el país de Europa con mayor población de buitres, y Jaén destaca como uno de los escasos lugares donde se pueden observar las cuatro especies presentes en la península ibérica: buitre leonado, buitre negro, quebrantahuesos y alimoche. Un fenómeno que puede verse en las fotografías que Miguel Domínguez, naturalista y fotógrafo de la naturaleza, publica en su página web.
“En los cuatro parques naturales de la provincia se pueden ver buitres, aunque algunos son más abundantes que otros”, explica Javier Moreno. “Incluso pueden llegar a verse sobrevolando la ciudad de Jaén en determinadas épocas del año”.
Buitre leonado: el más abundante
Es la especie más común y fácil de observar. En Jaén se encuentra en Cazorla, Segura y Las Villas, en Despeñaperros y en expansión hacia la Sierra Sur. Uno de los lugares más emblemáticos para contemplarlos es el Paraje de El Chorro, entre Cazorla y La Iruela, donde los cortados de roca sirven de atalaya para sus nidos.
Buitre negro: la colonia de la Sierra de Andújar
Mucho más escaso que el leonado, el buitre negro tiene en la Sierra de Andújar una de sus colonias reproductoras más importantes. “En los miradores del parque natural, sobre todo en la carretera que conduce al Santuario de la Virgen de la Cabeza, es posible observarlos”, detalla Moreno. Con sus casi tres metros de envergadura, es el buitre más grande de Europa.
Quebrantahuesos: recuperándose de la extinción
El quebrantahuesos se extinguió en Andalucía a mediados del siglo XX, pero ha regresado gracias a un programa de reintroducción en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. El Centro de Cría de Guadalentín, en Cazorla, es todo un referente internacional en la recuperación de la especie.
En libertad puede avistarse en la Sierra de Segura, especialmente en zonas altas como el Yelmo, Segura de la Sierra, Hornos o Cortijos Nuevos. Su dieta lo hace indispensable por original: es el único animal del planeta especializado en alimentarse casi exclusivamente de huesos.
Alimoche: el más pequeño y migrador
Conocido también como “buitre sabio”, el alimoche es el más pequeño de las cuatro especies y también el más amenazado. En Jaén apenas se contabilizan tres parejas reproductoras. “Llega en primavera desde África y parte de nuevo hacia el Sahel en otoño”, puntualiza el biólogo jiennense.
Amenazas y conservación
Los buitres han tenido que enfrentarse a numerosas amenazas. Durante décadas, los venenos usados en cotos de caza acabaron con miles de ejemplares. El quebrantahuesos desapareció de Andalucía precisamente por este motivo.
“Hoy los venenos han disminuido, pero las principales amenazas son las colisiones con tendidos eléctricos y parques eólicos”, señala Moreno. El alimoche, por su menor tamaño y hábitos migratorios, es especialmente vulnerable.
Los programas de conservación han logrado frenar el declive. El caso más emblemático es el del quebrantahuesos, “que ha vuelto a los cielos andaluces gracias a la cría en cautividad y suelta en la naturaleza”, explica. Sin embargo, su recuperación sigue siendo frágil y depende del esfuerzo continuado de las administraciones y ONG.
Un espectáculo natural: el reciclaje de la carroña
Cada especie de buitre cumple un papel específico en la cadena de reciclaje natural:
- El buitre leonado consume principalmente vísceras.
- El buitre negro arranca músculos, piel y tendones.
- El quebrantahuesos aprovecha los huesos, que rompe arrojándolos desde el aire.
- El alimoche se alimenta de los pequeños restos que dejan los demás.
Gracias a esta especialización, el proceso de limpieza de la carroña es total. “Jaén es uno de los pocos lugares de Europa occidental donde se pueden ver juntos a los cuatro tipos de buitres. Por eso atrae a observadores de aves de todo el mundo”, apunta Moreno.
De hecho, el atractivo de observar buitres en libertad está creciendo. Moreno recuerda cómo en el paraje de El Chorro en Cazorla conoció a una pareja de turistas escoceses que habían viajado expresamente para intentar ver un quebrantahuesos. “Es un turismo emergente y muy a tener en cuenta, con un nivel adquisitivo mayor que otros”, afirma. El combo de naturaleza, patrimonio cultural y gastronomía hace de Jaén un destino idóneo para este sector.
Buitres en la ciudad: un fenómeno recurrente en las noticias
Cada otoño, los medios recogen noticias de buitres leonados posados en tejados, plazas o incluso sobre coches en mitad de las ciudades. “Se trata de ejemplares jóvenes que, tras abandonar el nido en agosto, comienzan a volar sin experiencia. Muchos se cansan, pasan hambre y acaban cayendo en lugares insólitos”, explica el biólogo.
En esos casos, la recomendación es clara: llamar al 112 para que los equipos de rescate de fauna se hagan cargo del animal. Tras su recuperación en centros especializados, suelen ser liberados de nuevo en el medio natural.
En un mundo cada vez más consciente de los riesgos sanitarios globales, los buitres se revelan como aliados imprescindibles. Sin ellos, los vertederos naturales quedarían sin limpiar, los brotes de enfermedades se multiplicarían y el equilibrio de los ecosistemas se resentiría.
El Día Mundial del Buitre es el momento perfecto para reconocer la labor silenciosa de estas aves y también para redescubrir territorios como Jaén, donde aún sobreviven las cuatro especies ibéricas. Observarlas en vuelo, dominando el cielo serrano, va más allá de una mera experiencia turística: es un recordatorio de que su protección es también la nuestra.
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