Ochenta dragones en el techo: el secreto mejor guardado de la iglesia de la Magdalena de Jaén

La iglesia de la Magdalena de Jaén esconde más de 80 cabezas de dragón vinculadas a la legendaria historia del Lagarto de la ciudad

Diez leyendas olvidadas de Jaén: historias misteriosas que aún susurran entre castillos y aldeas

Vista de la torre de la iglesia de la Magdalena de Jaén, uno de los templos más antiguos de la ciudad y ligado a la legendaria historia del Lagarto.
Vista de la torre de la iglesia de la Magdalena de Jaén, uno de los templos más antiguos de la ciudad y ligado a la legendaria historia del Lagarto. / TripAdvisor

La iglesia más antigua de Jaén, construida encima de una mezquita, guarda un secreto que no todos conocen. El templo de La Magdalena, en el barrio del mismo nombre, erigido frente al raudal donde se localiza la leyenda del Lagarto de Jaén, guarda una curiosidad invisible a simple vista.

Sin embargo, basta alzar la mirada hacia sus techos para descubrir en los nervios de sus bóvedas hasta ochenta cabezas de dragón, un animal mitológico que conecta directamente con el relato del reptil más famoso de la ciudad.

Los nervios de las bóvedas de la iglesia de la Magdalena suman hasta ochenta dragones.
Los nervios de las bóvedas de la iglesia de la Magdalena suman hasta ochenta dragones. / Francisco Miguel Merino Laguna

Lo verdaderamente curioso es que la estructura data del siglo XVI, en pleno Renacimiento, por lo que, desde entonces, esta figura y la gesta heroica con la que se relaciona está viva gracias a la tradición oral desde entonces.

Qué ver en la iglesia de la Magdalena

Además de maravillarte con las siluetas y formas de estos dragones, que se cuentan por decenas, uno de los elementos destacados de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Jaén es su fachada principal, con una portada muy llamativa y un campanario de planta cuadrada.

Si entras por la zona del patio, te recordará rápidamente a otros tiempos en los que la cultura árabe imperaba en la ciudad gracias a su fuente rectangular, junto a la que se celebran muchos eventos de índole cultural, especialmente conciertos, en épocas donde el disfrute al aire libre es vital, como el verano jiennense.

Ya en su interior, se pueden apreciar numerosas obras de arte, como retablos barrocos, pinturas y esculturas religiosas, así como su altar mayor, el coro y los frescos que decoran las paredes y bóvedas del templo.

La leyenda del Lagarto de la Magdalena

A escasos 30 metros del templo se localiza la estatua que rememora con un lagarto de piedra la curiosa leyenda del Lagarto de la Magdalena, que localiza la acción en el Raudal de la Magdalena, que puede verse frente por frente a la entrada de la iglesia.

Aunque existen numerosas versiones sobre esta popular hazaña que ha pasado de manera oral de generación en generación (especialmente en lo que a la identidad del protagonista que venció a la bestia se refiere), la más popular es la del folklorista jiennense Antonio Alcalá Venceslada, especialmente en su ‘Vocabulario andaluz’ y en recopilaciones de tradiciones populares de Jaén a comienzos del siglo XX.

Según Alcalá Venceslada: “En el entorno del manantial de la Magdalena, en Jaén, existía un enorme reptil (llamado comúnmente lagarto, aunque en fuentes antiguas se habla de una sierpe o dragón) que atemorizaba a los vecinos y devoraba el ganado y a quien se acercara al agua. Incapaces de enfrentarse a la fiera, los habitantes ofrecieron la libertad a quien la matase. Un preso condenado aceptó el reto: tomó la piel de una oveja rellena de pólvora o yesca, la dejó como cebo cerca de la cueva del monstruo y, cuando el lagarto se la tragó, ésta prendió y explotó en su interior, causando la muerte de la bestia. El preso fue liberado y la ciudad vivió libre de su terror”.

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