Dos grandes desconocidos: el embalse y la laguna serrana que tienes que visitar al menos una vez en la vida

Cada 27 de agosto se celebra una efeméride que, si bien es poco conocida, es vital para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo. Nos referimos al Día mundial de los lagos, esas masas de agua que hacen las delicias de bañistas en verano y de senderistas en cualquier época del año. En el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas se esconden dos parajes de belleza casi irreal: la Laguna de Valdeazores y el Embalse de Aguas Negras.

A pesar de ser uno de los rincones más impresionantes del sur de España, pocos viajeros han oído hablar de ellos a no ser que se los hayan encontrado a lo largo del recorrido senderista del río Borosa. Sus aguas cristalinas, encajonadas en sorprendentes paisajes de alta montaña, hacen de estas dos visitas indispensables si buscas un verdadero contacto con la naturaleza. No en vano, se trata de espacios protegidos incluidos en la Red Natura 2000 y declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Laguna de Valdeazores: la única laguna natural permanente del parque natural

Un vergel turquesa de alta montaña

A más de 1.200 metros de altitud, la Laguna de Valdeazores es la única laguna natural permanente de todo el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Su origen se remonta a un deslizamiento de tierras que bloqueó el curso del Arroyo de la Reina, formando un estanque natural que más tarde fue reforzado con un muro de contención.

El resultado es una lámina de agua de un intenso color azul turquesa, rodeada de bojes, fresnos, arces, quejigos y pinos laricio, creando un entorno de postal perfecto para los amantes de la fotografía y la naturaleza.

Como no podría ser de otra manera, la laguna es un refugio de biodiversidad. Aquí tienen su hogar especies como los ánades reales, fochas y pollas de agua. El silencio del entorno, roto solo por el canto de los pájaros, convierte a Valdeazores en un lugar ideal para el avistamiento de fauna, por lo que te recomendamos no olvidar los prismáticos en tu maleta.

Embalse de Aguas Negras: el paraíso escondido del Borosa

Un oasis creado por el hombre en plena naturaleza

A apenas 900 metros aguas abajo de la laguna se encuentra otro lugar mágico: el Embalse de Aguas Negras, también conocido como Embalse de los Órganos. Su origen es distinto, ya que se trata de una pequeña presa construida para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Borosa, cuya agua se deriva hasta la Central Eléctrica de Los Órganos mediante un sistema de túneles y tuberías.

Pese a su origen artificial, el embalse se integra perfectamente en el paisaje. Rodeado de los imponentes picos del Poyo Cerezo y el Puntal de las Iglesias, sus aguas cristalinas reflejan el cielo y las montañas, creando un entorno de gran belleza.

Nacimiento del río Borosa

Cruzando la presa y caminando apenas 300 metros, se llega a uno de los lugares más especiales del Parque: el Nacimiento de Aguas Negras, también conocido como Nacimiento del Borosa. Aquí brotan las aguas que, junto con el Arroyo del Infierno, darán vida a uno de los afluentes más caudalosos del Guadalquivir.

En épocas de abundancia, el espectáculo es sobrecogedor: un torrente de agua cristalina surge de las rocas, alimentando el río que serpentea valle abajo.

Cómo llegar a la laguna y el embalse

El acceso a estos parajes comienza en Cazorla. Desde la localidad, hay que tomar la carretera de la Sierra (A-319) hasta el Empalme del Valle y girar a la derecha por la JF-7092. Tras cruzar un puente sobre el río Guadalquivir (a unos 4 km), se sigue por la pista de la izquierda JF-7091.

La ruta atraviesa paisajes espectaculares como la Nava del Espino, la Nava de San Pedro y la Nava Ciazo, hasta llegar al Collado de la Fuente Bermejo, desde donde parte el camino que conduce directamente a la laguna.

La ruta del Borosa: senderismo imprescindible

Un recorrido espectacular

La ruta del Borosa es una de las más populares del Parque Natural, y no es difícil entender por qué. Parte del Centro de Interpretación del Río Borosa, junto a la piscifactoría, y asciende por un sendero que atraviesa algunos de los parajes más emblemáticos de la sierra: la Cerrada de Elías, el Salto de los Órganos y las cerradas encajonadas que el río ha ido esculpiendo durante milenios.

El tramo final, que lleva hasta la Laguna de Valdeazores y el Embalse de Aguas Negras, es el broche perfecto para una jornada de senderismo inolvidable.

La Laguna de Valdeazores y el Embalse de Aguas Negras se encuentran dentro de una zona de especial protección. Visitarlas es una experiencia para los sentidos: el sonido del agua, el frescor de la montaña, el color turquesa de la laguna y la serenidad del embalse hacen de este viaje el momento de desconexión perfecto con el estrés diario y el ruido propio de la ciudad. ¿Todavía no la conoces?