Análisis

Silvia de la Torre

Una provincia, tan rica y tan pobre

En 2043, el tranvía conecta la universidad, los parques tecnológicos y un sistema de cercanías de los pueblos con Jaén

Finca de olivares, en la provincia de Jaén.

Finca de olivares, en la provincia de Jaén. / Irene Lucena

Estamos en el 2043, mi hija de 23 años sale de clase, estudia en la Universidad y vuelve en bici a casa, a su casa que paga con ayuda del bono joven. La UJA recibe un nuevo reconocimiento por su calidad y compromiso con el territorio, no en vano ha conseguido posicionarse como una de las mejores universidades en carreras Stem, y fruto de ello contamos con tres parques tecnológicos implantados en la provincia. El tranvía de Jaén ya conecta la Uja y los parques tecnológicos con un sistema de cercanías de los pueblos que rodean la ciudad. En general, el transporte público es referencia en nuestra provincia por las buenas conexiones, frecuencia y gratuidad para determinados colectivos. Estamos a poco más de dos horas en tren de Sevilla o Madrid y sin necesidad de alta velocidad, simplemente se mejoró el trazado y la infraestructura.

La economía goza de buena salud, no solo por la diversificación de cultivos, sino porque hemos pasado de ser los primeros productores de aceite a nivel mundial, a ser líderes en la comercialización. Todo cambió, desde el momento en que la gente entendió que el negocio no acababa cuando dejabas la aceituna en la almazara, sino que el verdadero negocio empezaba allí. Se ha generado una industria bastante solvente en torno a los restos de poda del olivar, la biomasa es una renovable con un peso importante en las fuentes de energía. También se ha desarrollado una potente industria de maquinaria agrícola y digitalización de almazaras. El empleo ha dado un giro de ciento ochenta grados, la calidad de la contratación, el crecimiento de los salarios en proporción a la riqueza que se genera en la provincia y la profesionalización de los sectores desarrollando una política integral de cuidados (personas y medio ambiente). La conciliación familiar ha mejorado con la gratuidad de las guarderías de 0 a 3 años, así como las condiciones de trabajo y la calidad del tiempo de descanso tras la progresiva reducción de jornada, que se sitúa en 32 horas semanales, incluso la mayoría de empresas tienen implantada la semana de 4 días de trabajo, mejorando su productividad. Todo esto es posible gracias al empresariado, moderno, responsable y que reinvierte parte de sus beneficios en la provincia. Los astros se han alineado también con la gestión del agua en nuestra tierra, nuestros acuíferos están recargados, una apuesta por reverdecer pueblos y ciudades de nuestra tierra están ayudando a paliar los efectos del cambio climático. Nuestros parques y reservas naturales han sido determinantes para reducir la temperatura. Los índices de felicidad se ha disparado, según un informe, Jaén mejora en las seis variables clave que cuantifica el informe: renta (PIB per cápita), apoyo social, esperanza de vida sana, libertad para tomar decisiones vitales, y ausencia de corrupción. Jaén es una tierra de oportunidades, un paraíso interior, de donde nadie se quiere marchar, no es una utopía, sólo hace falta que los jiennenses empecemos a creérnoslo y que se apueste por esta provincia.

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