El golpe de Julio ‘Ali’

Un boxeador durante su entrenamiento.
Un boxeador durante su entrenamiento. / EFE

13 de julio 2025 - 13:33

Golpe inesperado, con la guardia baja y cuando la tropa enfilaba el rincón veraniego del cuadrilátero después de tan intenso curso político. Pero no, con la tostada recién regada de aceite, pidiendo ya más condumio, el alcalde de Jaén, Julio Millán, soltó un cruzado al mentón de la Junta. Y lo hizo sin subir mucho el tono, como el que apunta que el café está frío. Renuncia a la Estación Intermodal de Jaén ante la “obstaculización permanente de la Junta” y su actitud diletante, al contrario de los compromisos adquiridos en otras capitales, donde todo fluye con la armonía que dan las aguas mansas de la sintonía de siglas.

Dicen los que saben de boxeo, disciplina con nobleza muy alejada de la lona política, que en la mítica pelea entre Ali y Foreman, el primero coronó una estrategia que venía pergeñando desde tiempo atrás. Se protegía junto a las cuerdas de los golpes, aprovechando la energía del rival y proyectándola con el impulso que le ofrecían esas elásticas contra la espalda. Daba la sensación de acorralado, de sufrir los impactos de George Foreman (alias Junta), parecía faltarle el aire y se protegía, de aquella manera, de la lluvia de golpes. Que si ahora un golpe bajo con la exigencia de una reserva de crédito para poner en marcha el tranvía; que si la Junta sigue sin ingresar los fondos Next europeos para costear su adecentamiento; que si aún no hay contrato de explotación cuando el compromiso era montar viajeros en 2025.

Mientras le castigaban el riñón, alertaba al equipo de que no tirara aún la toalla. Cansaba al rival con los golpes que le llegaban y también con los que se quedaban en el aire. Desgastaba al contrario, casi sin juego de pies, y esperaba una oportunidad para el contraataque. Contra las cuerdas, como estrategia... 'Rope a dope'.

El alcalde con este último golpe al mentón pone el foco en los tiempos de la Junta con este Ayuntamiento y, a la postre, con la ciudad. Esa táctica tan manoseada de poner palos al carro cuando es tan evidente el truco sólo encandila a la familia del mago. Deberán ponderar los estrategas de la Junta si esta táctica de desgaste, con incendios nada controlados a la vuelta de la esquina como el frente de la Universidad de Jaén, la Intermodal, el tranvía o la poca salud sanitaria son golpes al aire del gigante.

Creían tener controlado el Ayuntamiento, pero al segundo conato tenían el fuego de una moción de censura que la vieron venir cuando tenían el traje prendido. Una pica en Flandes de los socialistas en una comunidad llena de banderas azules, el dilema político de la Junta es colaborar con los compromisos adquiridos y buenos para esta ciudad o abonar la resistencia. Estoy con usted, el dilema sólo es político y nosotros 'sparrings', los que reciben los golpes mientras se entrenan.

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