Alto y claro

José Antonio Carrizosa

Icónica: sí, pero en otro sitio

15 de julio 2025 - 03:09

Icónica es uno de los mejores festivales de verano que se organizan en Andalucía y es capaz de competir de tú a tú con los más prestigiosos de España. Con una programación atractiva y variada ha sido capaz de abrirse un hueco entre el público sevillano y tiene una importante capacidad de atracción en otras zonas del país. Por eso Sevilla no puede perderlo. Prestigia su marca y la proyecta con calidad. Un acierto de sus promotores. La edición de este año ha reforzado todos esos valores. Pero lo que no tiene ningún sentido es que continúe por más años celebrándose en la Plaza de España.

El certamen veraniego supone, de hecho, el secuestro durante dos meses, contando montaje y desmontaje, de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad y de uno de sus atractivos turísticos más significados. Que de finales de mayo a medidos de julio la Plaza de España esté ocupada en su salón central por un enorme escenario con equipos de luz y sonido y unos graderíos para varios miles de personas, que el paseo que circunda la ría esté lleno de vallas y focos y que los alrededores, en una de las vías principales del Parque de María Luisa, sea una sucesión de bares y terrazas solo utilizables para los conciertos es, sencillamente, un disparate que nadie entiende muy bien cómo ha podido llegar a consolidarse.

La empresa que organiza Icónica hace muy bien en explotar este espacio público para su lucro privado. El problema es del Ayuntamiento que lo permite. Los organizadores, y no hay motivo para dudar de su sinceridad, aseguran que tratan el monumento con mimo y que invierten dinero en garantizar que su presencia no lo deteriore. Pero no es ese el problema. El problema es que se privatiza durante un periodo de tiempo muy largo un recinto emblemático y que se condiciona su disfrute por sevillanos y turistas.

Los recintos monumentales no deben estar muertos y es bueno que se haga un uso racional de ellos. Un concierto en alguna ocasión señalada, un desfile de moda como el que protagonizó Chanel hace algún tiempo o cualquier otro evento ocasional, no solo no perjudicarían a la Plaza de Sevilla, sino que ayudaría a reforzar su imagen y su atractivo.

Pero lo de Icónica es justo todo lo contrario, porque sus estructuras invasivas no son efímeras, sino que ocupan de forma permanente muchas semanas. Si como se ha apuntado, el Ayuntamiento de José Luis Sanz ha garantizado seis años más de Icónica en la Plaza de España ha cometido un error igual de grande que el de Juan Espadas y Antonio Muñoz cuando facilitaron las primeras ediciones.

Sevilla es una ciudad lo suficientemente llena de espacios para que un certamen como Icónica pueda mantener su atractivo y su capacidad de atracción sin necesidad de invalidar un espacio patrimonial de la importancia de la Plaza de España. La primera obligación del Ayuntamiento y de sus gestores es cuidar ese patrimonio para su uso por el conjunto de os ciudadanos. Convertirlo en un negocio privado no parece la mejor fórmula.

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