Partir la feria en dos

El próximo 18 de octubre se cumplirán sesenta y cinco años exactos de aquel primer paseíllo en la plaza de toros de Jaén encabezado por los hermanos Peralta con Pedrés, Gregorio Sánchez y el linarense Víctor Quesada.

No fue aquella la inauguración oficial, pues la fecha definitiva data de 1962. Pero sí fue el primer festejo que acogió la actual plaza de toros de la capital. El dato ahí está.

Con una nueva feria de San Lucas a las puertas, los jiennenses una vez hayamos despedido los pasos que van a procesionar en la Magna del sábado, nos veremos de sopetón acudiendo al Coso de La Alameda al día siguiente. Y nada tendría de particular si no fuera porque se trata de un 5 de octubre en el que tanto en Úbeda, como en Mancha Real o Segura de la Sierra andan celebrando sus ferias, pero no en Jaén.

Y esa es la cuestión: fuera de fecha se anuncia en la capital el primer festejo. A modo de pórtico, de prólogo o aperitivo se anuncia la clase práctica de la Escuela Taurina de Jaén. Al fin de semana siguiente tendrá lugar la primera corrida de feria y el día de San Lucas la segunda y última.

En las seis décadas de historia que acumula el Coso de La Alameda esto nunca ha sido así hasta el año pasado. Tampoco lo fue jamás en aquella vieja plaza de toros que perduró ciento once años en el mismo lugar donde radica la actual.

Este invento moderno de separar la programación taurina y dispersarla en dos fines de semana ni gusta ni convence a la gente de aquí. Ni se entiende. Condiciona a muchos aficionados que no pueden abonarse porque al menos uno de los dos festejos se lo pierden. No pueden acudir por tener otros compromisos, y sin ir más lejos la corrida del día 12 a muchos les pilla fuera de Jaén por ser festivo el día siguiente. También hay no pocos aficionados que ese día no estarán en el tendido de la plaza de toros de su ciudad , sino en el de Las Ventas, presenciando los dos festejos de ese día por tener las entradas ya compradas con anterioridad a conocer los carteles de Jaén. Pero esa es otra historia.

A la afición de la capital no le han preguntado al respecto, pero el sentir en la calle es el que es.