Revolución y pragmatismo

16 de julio 2025 - 03:09

Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Arturo Uslar Pietri y Gonzalo Torrente Ballester sabían quién era Simón Sánchez Montero. El dirigente comunista tiene una presencia breve pero fundamental y muy divertida en la novela Muchos años después (Alfaguara) con la que el extremeño José Antonio Gabriel y Galán ganó el premio Eduardo Carranza con esos cinco magníficos en el jurado. Un premio patrocinado por la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia y la Unión de Bananeros de Urabá.

La vida de Simón Sánchez Montero (1915-2006) es de novela. Nació en un pueblecito de Toledo, Nuño Gómez, en una familia de campesinos. En 1927 emigran a Madrid, donde trabaja de sastre y panadero. En 1933 se afilia al sindicato de panaderos de la UGT y en la guerra civil, ya militante del PCE, combate en el batallón sindical de panaderos. Al final de la contienda huye a Sevilla, regresa a Madrid en 1944. Recorre diversas cárceles españolas, de lo que nunca hizo martirologio, y en el Penal de el Puerto de Santa María enseñó a leer y escribir a Eleuterio Sánchez El Lute.

En 1977 el suyo fue uno de los cuatro escaños que el Pecé sacó en Madrid, junto a Santiago Carrillo, Marcelino Camacho y Ramón Tamames. Alberto Rodríguez ha llevado al cine la novela de Javier Cercas Anatomía de un instante. En el trípode de Suárez, Carrillo y Gutiérrez Mellado falta el rey Juan Carlos I, que no estuvo en el Congreso, pero estaba. Todos renunciaron en favor del interés común; renuncias que los recalcitrantes tildaron de traiciones: la de Suárez a Franco; la del rey Juan Carlos a Franco y a su padre, don Juan de Borbón; la de Carrillo a las consignas caducas del estalinismo. Simón Sánchez Montero, que nace el mismo año que Carrillo, encarna esa otra transición del estalinismo al eurocomunismo.

En la novela de Gabriel y Galán, a uno de los protagonistas, Silverio, que acaba de regresar del exilio parisino, le preparan una entrevista con Sánchez Montero. La cita es en el Santiago Bernabéu y el exiliado además tiene que comprar tres entradas del primer anfiteatro para un Madrid-Barça. Silverio quiere saber si Simón se ha leído su opúsculo Revolución y pragmatismo, pero las preocupaciones del antiguo panadero, miembro del Comité Central del PCE, son otras: “Con Amancio fuera de forma y con Pirri también tocado, el Madrid lo va a tener hoy jodido”.

Sánchez Montero llegó a dar alguna conferencia sobre sus vivencias revolucionarias en una peña madridista. Los ecos de las primeras Copas de Europa de su equipo le llegaron a la cárcel. Es el contrapunto perfecto de la milonga del equipo del Régimen. Un antifranquista del Madrid al que también inmortalizó Jorge Semprún en su Autobiografía de Federico Sánchez.

Cuando Sánchez Montero llega al Congreso en 1977, Sánchez (Pedro) tenía cinco años, y Montero (María Jesús), once. Sánchez y Montero ocupan escaños contiguos desde hace siete años. Como Kiko Ledgard y Mayra Gómez Kemp en Un, dos, tres…

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