Sigue sin llover como debería para que la provincia de Jaén abandone el estado de sequía en el que se encuentra. Durante el último mes, desde el pasado 16 de octubre, los pantanos jiennenses apenas han variado su nivel en un 0,53 por ciento, una situación muy preocupante que tiene las reservas hídricas de la provincia en un 20,04 por ciento, con 473,112 hectómetros cúbicos almacenados. Son los datos que arroja la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, donde existe preocupación por las escasas precipitaciones.

Ahora mismo, de los grandes embalses de la provincia (aquellos con una capacidad superior a los 100 hm³) sólo dos, el Tranco y el de La Fernandina (28,27%), superan el 20 por ciento. Precisamente el primero de ellos es el que ha tenido un mayor crecimiento en los últimos 30 días. Ha recibido 3,1985 hm³ lo que supone un incremento del 0,63 por ciento del nivel de sus aguas hasta llegar al 23,12%.

El resto de grandes pantanos ubicados en territorio jiennense no llegan al 20 por ciento de su capacidad: el Guadalén está al 16,01; el del Guadalmena al 17,07; el del Giribaile al 16,10; el del Rumblar al 16,84 y el del Jándula al 18,73 por ciento. Una situación general que debe cambiar en los próximos meses para que no haya complicaciones también en la campaña de aceituna 2024-2025; pero que aun dentro de su gravedad es mejor que la que había el año pasado en estas mismas fechas.

Comparación con el año pasado

Si comparamos los datos actuales con los que había el 16 de noviembre de 2022 vemos que el nivel de agua embalsada en Jaén ha subido en un 3,33 por ciento. Hace 365 días, la provincia acumulaba en sus pantanos 394.543 hm³ y la situación era peor en todos aquellos de mayor tamaño. El que más ha visto crecer su nivel en este último año ha sido el Jándula, que ahora alberga un 5,71 por ciento más de agua que en 2022.