Juicio en noviembre por el atropello mortal de una mujer en Marmolejo en 2021
Tribunales
La Audiencia Provincial de Huelva acogerá el proceso contra el que fuera novio de la víctima, un marmolejeño de 39 años acusado de homicidio imprudente por la Fiscalía, que pide que se le castigue con dos años de cárcel
Atropello mortal en Marmolejo en 2021: la Fiscalía acusa de homicidio imprudente al novio de la víctima
El banquillo de la Audiencia Provincial de Huelva espera el próximo 10 de noviembre a Manuel Q. S., el vecino de Marmolejo de 39 años al que la Fiscalía acusa de haber atropellado mortalmente a la reportera gráfica onubense Alicia Rodríguez. Ocurrió hace ya cuatro años, en junio de 2021. La víctima tenía 36 años. Ambos estaban saliendo. Un jurado popular tendrá que decidir si el marmolejeño es culpable o inocente después de escuchar su testimonio y valorar todas las pruebas que se presenten durante los cinco días que, en principio, durará el juicio, hasta el 14 de noviembre, según ha podido saber Jaén Hoy. Este periódico ya avanzó en primicia en febrero que el Ministerio Público pide para Manuel un castigo de dos años de cárcel por un delito de homicidio imprudente. Por su parte, la familia de Alicia solicita, como acusación particular, una pena de 28 años entre rejas por asesinato, mientras que el Ayuntamiento de Huelva y la Junta de Andalucía reclaman sendos castigos de 20 y de 15 años de prisión, respectivamente, por un delito de homicidio.
El 12 de junio de 2021, el 112 recibió una llamada sobre las tres y media de la madrugada. Un hombre pidió una ambulancia a las afueras de Marmolejo, cerca del cementerio, para atender a una mujer que, según dijo, había sufrido un accidente. Así se relata en el informe forense, al que tuvo acceso en su momento Jaén Hoy. A las cuatro menos diez, el Centro Coordinador de Emergencias dio aviso a la Guardia Civil y a Urgencias del centro de salud de Marmolejo. Los agentes encontraron a la mujer debajo de un coche. Se trataba de Alicia. En aquel descampado no había nadie más que Manuel Q. S., el que había llamado al 112. Cuando los guardias civiles le preguntaron qué había pasado, no supo explicarlo. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por la vida de Alicia. Su conclusión fue clara: la reportera había fallecido de forma violenta. Se activó el protocolo judicial habitual en estos casos y los agentes detuvieron a Manuel como sospechoso de haber atropellado a la mujer.
Ambos habían estado toda la tarde y parte de la noche de fiesta. Era viernes y era lo que tocaba. Manuel empezó la juerga sobre las dos y media de la tarde, al salir de trabajar, pero Alicia se le unió más tarde. Después de cenar, estuvieron en una discoteca de verano del pueblo con varios amigos hasta que el local cerró, aproximadamente a las dos de la madrugada, es decir, una hora y media antes de la llamada al 112.
Dos días después del arresto, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número de 3 de Andújar, competente en Violencia sobre la Mujer, envió a Manuel a prisión provisional, comunicada y sin fianza. Se le empezó a investigar por posible asesinato. Sin embargo, la investigación siguió adelante en Huelva, ciudad natal de la víctima. El 15 de junio de 2022, el Juzgado onubense de Violencia sobre la Mujer dejó en libertad provisional sin fianza al sospechoso, que sigue en la calle desde entonces.
"Intencionalidad clara" de atropello
Lo cierto es que las pruebas periciales son contundentes. El Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil analizó al milímetro el escenario de los hechos, fruto de lo cual elaboró un informe de más de 100 páginas firmado el 15 de noviembre de 2021. En el documento, consultado por Jaén Hoy, se concluye que Manuel tuvo “intencionalidad clara” de atropellar a Alicia.
Además, se destaca, en primer lugar, que el acusado “debió percibir, por el sentido del tacto, en un orden que no se puede determinar, la vibración de la suspensión y de la dirección (volante) del vehículo al intentar avanzar y pasar con el neumático anterior derecho sobre las extremidades inferiores de la víctima”, y en segundo, que la oposición que ejercía el cuerpo de Alicia “le obligó a variar la posición de los pies sobre los pedales de conducción” con “perseverancia y destreza” para “evitar que el vehículo se calara” y efectuar un “movimiento secuencial lento de avance-retroceso-avance”. Por tanto, según los agentes, Manuel no desistió “en su propósito a pesar de la resistencia al avance que le supuso el cuerpo de la víctima, prolongando voluntariamente la secuencia cronológica de su desarrollo y sin que se hubiera producido ningún fallo en los sistemas de seguridad activa del vehículo”.
Sus capacidades "no estaban gravemente afectadas"
Por otro lado, dos expertas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Huelva entrevistaron al acusado en febrero de 2022. Basándose tanto en esa conversación como en otro estudio de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaén, hicieron un informe que se terminó un mes más tarde, el 16 de marzo. En este otro documento se afirma, básicamente, que Manuel estaba en sus cabales cuando ocurrió todo. Sus “capacidades cognitivas y sensoriales”, según las expertas, “no estaban gravemente afectadas entre las 2:00 y las 3:30 horas, aproximadamente, del 12 de junio de 2021”, incluso teniendo en cuenta que las pruebas toxicológicas que se le hicieron aquella madrugada en el consultorio de Marmolejo, sobre las seis de la madrugada, reflejaron que Manuel tenía una alta tasa de alcohol en sangre y restos de MDA y MDMA. Él dijo que no había consumido estupefacientes voluntariamente.
En el informe forense se critica que nadie hiciera la entrevista a Manuel justo después del atropello. “Habría que haber realizado exploración clínica del sujeto en el momento de los hechos y los más próximo temporalmente a ellos”, reza el documento. En todo caso, las expertas señalaron que, por lo que aparecía en el atestado policial, el acusado fue capaz de llamar al 112 con el móvil “aun estando bajo los efectos del alcohol” y de “mantener una conversación con la operadora y dar respuesta adecuada a las preguntas”. Además, cuando llegaron los guardias civiles al lugar que él mismo había indicado al 112, conservaba “la orientación espacial, la capacidad de conversación, cierta capacidad temporal, la psicomotricidad y la memoria”, aunque mostró “incertidumbre” a la hora de dar detalles sobre cómo movió el coche.
Temas relacionados
No hay comentarios