Los pequeños negocios de Jaén plantan cara al Black Friday: “Es la mayor estupidez del comercio en 50 años”

El Black Friday ha vuelto un año más a las calles de Jaén, pero no todos los comercios lo reciben con entusiasmo. Para muchos pequeños establecimientos, la cita importada de Estados Unidos genera más complicaciones que beneficios. Francisco Gutiérrez, presidente del Centro Comercial Abierto Las Palmeras, lo tiene claro: “Es la mayor estupidez que se ha hecho en el comercio en los últimos 50 años". Y es que, critica que, a diferencia del mercado norteamericano, España funciona de manera distinta por diferentes factores como podría ser el clima. "Hace diez días estábamos en manga corta, con temperaturas de 25-30 grados, y ahora de repente se supone que tenemos que ofrecer rebajas gigantes. No es realista ni sostenible”, defiende.

Con respecto a cómo viven estas nuevas rebajas y cuáles son sus puntos fuertes, Gutiérrez subraya que el comercio local se basa en valores que no se replican en las cadenas: asesoramiento personalizado, calidad y trato directo con el cliente: “No podemos engañar a nadie con descuentos ficticios porque la temporada de rebajas en España siempre ha empezado en enero, no en noviembre como ahora”. Para él, la "moda" del Black Friday es algo con lo que habrá que convivir, pero sin perder la identidad del comercio de proximidad. "A nosotros no se nos ocurriría nunca como hacen los grandes poner cajas para que el cliente se cobre a sí mismo. Nuestro fuerte es ese: el trato y el cariño con el que se hace".

En ese sentido, Enrique Domínguez, de Marengo Hombre, comparte que el trato diferenciado es lo que hace que, cada día, entre gente por su puerta: "Es como cuando uno va a un restaurante que conoce de toda la vida, que ya espera algo bueno porque ya lo conoce". Igualmente, con la llegada del último viernes de noviembre, lamenta que no son pocos los que caen en pensar que están consiguiendo ahorrar mientras adquieren todo lo que necesitan. "Los clientes van con la idea de que todo está súper rebajado, pero muchas veces los descuentos no son reales. Yo, como consumidor, también me fijo mucho en los precios que tenemos antes y después y, de verdad, que intentan engañarnos", apunta.

Ambos comerciantes coinciden en que la presencia del Black Friday ha transformado la percepción de las rebajas en España. Los consumidores comparan precios, revisan online y esperan promociones espectaculares, mientras los comercios locales intentan equilibrar descuentos con sostenibilidad económica. Domínguez defiende que pueden "hacer algunos descuentos" y que, además, con tantas promociones durante el año, "ya nadie se espera a comprar a las rebajas porque ya parece que hay rebajas todo el año". Por su parte, Gutiérrez añade que es imposible mantener una línea desde el inicio hasta el final de la temporada: "Algunas cadenas ya abren la temporada con carteles con precios más bajos, pero eso no refleja la realidad del mercado".

A pesar de las dificultades, los comerciantes intentan aprovechar la campaña para fidelizar clientes y reforzar la identidad del comercio de cercanía. Domínguez explica que la clave está en la transparencia y en ofrecer valor añadido: “Nos adaptamos a lo que demanda la gente, pero sin perder nuestra esencia. Nosotros ofrecemos asesoramiento, calidad y confianza. Eso sigue siendo nuestro principal valor frente a cualquier plataforma digital”.