Crónica negra de Jaén (IX): cadena perpetua por el crimen de Lahiguera en el siglo XIX

Sucesos

La prensa nacional de la época cubrió la investigación y resolución judicial del asesinato del rico hacendado local Juan Pérez Serrano en febrero de 1892

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Noticia del crimen de Lahiguera en el periódico El Resumen.
Noticia del crimen de Lahiguera en el periódico El Resumen. / Hemeroteca digital de la BNE

De chico, como supongo que cualquier niño, disfrutaba del verano porque representaba la libertad más ancha jamás concebida por cualquier ser humano, aunque, lejos de dedicar mucho tiempo a ponerme en remojo -piscinero o playero- hasta que se me arrugaran los dedos, aprovechaba para leer algún librito de Agatha Christie o cualquier otro relato criminal comprado en el paseo marítimo de turno. Hoy en día, aun siendo consciente desde hace tiempo de la mentira burocrática que representa la idealización capitalista del verano -o acaso merece la pena estar persiguiendo la zanahoria durante once meses para luego tardar un par de semanas en degustarla-, hay algo irracional que, cuando llega julio con su aire intrépido, me sigue conectando con aquel yo de hace años y que me empuja a bucear en océanos de tiempo -que diría Drácula- en busca de historias polvorientas de robos y asesinatos.

Una breve zambullida en la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España basta para dar con un caso que conjuga ambos delitos en la provincia de Jaén. Ocurrió hace casi un siglo y medio, a finales del XIX. Lahiguera era por entonces La Higuera de Arjona, y aún faltaba mucho tiempo para que, ya en 1995, sellara su emancipación toponímica del pueblo vecino. Juan Pérez Serrano, un rico hacendado local conocido comúnmente como ‘Granero’, apareció una mañana asesinado en su cama. También le habían robado una pequeña arca con dinero. La prensa nacional se hizo eco del caso, que no quedó resuelto en la Audiencia Provincial de Jaén hasta casi dos años después, a finales de 1893. Los otros protagonistas de la historia son un teniente de la Guardia Civil condecorado y cuatro hombres: Mataviejas, Cachete, Nano y Colmenilla. Esta es la historia del crimen de La Higuera.

Un cadáver al amanecer

El 29 de febrero de 1892 fueron varios los periódicos que informaron sobre el “horrendo” u “horrible” crimen perpetrado dos días antes, por la noche, en La Higuera de Arjona. Medios como los madrileños El Estandarte, La Justicia, El Demócrata, El Día, El Resumen y La Opinión -este el 1 de marzo-, además de El Siglo Futuro, La Correspondencia de España y hasta El País explicaron en una pequeña nota que el “rico propietario” local Juan Pérez Serrano había amanecido asesinado “en el lecho donde reposaba”. Según las primeras hipótesis, los criminales entraron en la casa por la chimenea. Se llevaron una arquita de hierro suponiendo que la víctima guardaba ahí “algunos miles de duros”. Y había dinero, sí, pero sólo unas 1.000 pesetas en metálico, además de “gran número de pagarés, recibos y escrituras de préstamo”. El “cajoncito” fue hallado en una era del pueblo con los documentos esparcidos. Del dinero no había ni rastro. El juez de instrucción de Martos se desplazó al escenario del crimen para instruir las primeras diligencias de la investigación.

Noticia sobre la muerte violenta de Juan Pérez Serrano en El País del 29 de febrero de 1892.
Noticia sobre la muerte violenta de Juan Pérez Serrano en El País del 29 de febrero de 1892. / Hemeroteca digital de la BNE

El 4 de marzo, El Correo Militar informó del arresto de los criminales gracias “al celo del teniente de la Guardia Civil de Arjona, don Julián Alcubilla”. El Demócrata -que reveló que el fallecido era conocido como ‘Granero’- también destacó la labor del juez de instrucción y del fiscal de la Audiencia Provincial, aunque sin mencionar sus nombres. Según el periódico, había inquietud en Andújar por los “atentados a la propiedad y a las personas” que se repetían desde hacía “algunos años” en la ciudad y “otras poblaciones de la provincia”. “La población está consternada”, se aseguraba en La Unión Católica, que también puso edad a la víctima: 70 años. Los criminales -ya confesos, según El Demócrata y el Diario Oficial de Avisos de Madrid- fueron trasladados a la cárcel de Andújar. El dinero robado se localizó en la cuadra casa de uno de ellos, de acuerdo a la información publicada por El Liberal. Otros de los periódicos que se hicieron eco de la noticia fueron El Siglo Futuro y La Época, este último un día más tarde que el resto. Casi cuatro meses más tarde, el 30 de junio, El Correo Militar publicó que se le había concedido “cruz de primera clase del Mérito Militar” al segundo teniente de la Guardia Civil Juan Alcubilla y Perosanz, “por el importante servicio que prestó con el descubrimiento y captura de los autores y cómplices del robo y asesinato cometido en la casa y persona del vecino de Higuera de Arjona (Jaén), D. Juan Pérez Serrano, en la noche del 23 de Febrero último (sic)” -hubo una errata en la fecha-.

Intento de fuga de la cárcel

Los meses fueron transcurriendo mientras el eco mediático del caso fue perdiendo fuerza, aunque sin llegar a apagarse del todo. Los presos seguían aguardando en prisión el señalamiento de su juicio por robo y asesinato, y en algún momento de esa larga espera fueron trasladados a la cárcel de Jaén, o al menos uno de ellos, según se deduce de la información revelada por dos periódicos a finales de septiembre 1893, más de un año y medio después de que se perpetrara el crimen. Lo cierto es que parte de la labor judicial y policial para castigar a los asesinos confesos de Juan Pérez Serrano, ‘Granero’, estuvo a punto de quedar en agua de borrajas. El 21 de septiembre de aquel 1893, El Correo Español y El Correo Militar publicaron que dos presos se habían fugado de la cárcel de Jaén un par de días antes. Uno era Alejandro de la Cruz Expósito, pendiente de una condena de “muchísimos años de presidio” por 29 causas por hurto. El otro, Juan de Dios Fernández, “coautor del Crimen de Higuera de Arjona”, para quien el fiscal pedía pena de muerte.

Los reos, siempre según lo publicado por esos dos periódicos, llegaron al tejado limando los hierros de una reja que, después, hicieron saltar con una palanqueta. Luego se descolgaron por una cuerda hasta la calle del Barranco de la Coronada, que hoy sigue llamándose así. Se trata, probablemente, de la calle más estrecha de la ciudad, en pleno casco histórico, y es perpendicular a las calles Martínez Montañés y San Bartolomé. La Guardia Civil persiguió a los dos prófugos. En un primer momento, los agentes los perdieron de vista. Incluso registraron un cañaveral sin éxito. “Cuando ya se retiraban los guardias, un muchacho les dijo: ‘Ahí hay un hombre con las manos vendadas’. Entonces rodearon el cañaveral y encontraron a Juan de Dios Fernández, que se entregó sin resistencia. Tenía fracturada una pierna y destrozadas las manos”, rezan las notas de ambos periódicos.

Noticia sobre la fuga de presos de Jaén en El Correo Militar del 21 de septiembre de 1893.
Noticia sobre la fuga de presos de Jaén en El Correo Militar del 21 de septiembre de 1893. / Hemeroteca digital de la BNE

Los detalles del crimen

Pocos después, el 4 de octubre, El Siglo Futuro publicó que la Audiencia de Jaén acogería “muy pronto” el juicio “por jurados” por el llamado crimen de Higuera de Arjona, “una causa tristemente célebre” en la provincia, según el periódico. En la noticia ya se daban más detalles de cómo se perpetró supuestamente el robo que acabó en asesinato -u homicidio-: “Cuatro amigos se reunieron el día de 27 de Febrero del año actual a comerse una gallina que uno de ellos había hurtado. En este festín acordaron robar y asesinar al rico hacendado don Francisco Pérez Serrano. Combinaron el plan, y sorteados quiénes debían asaltar la casa y cuáles quedarse de vigilancia en la calle, pusieron manos a la obra. Provistos de antifaces, escalas y cuchillos, asaltaron la casa y mataron al Sr. Pérez, robando cuanto dinero y objetos de valor hallaron. Capturados los ladrones y asesinos e instruida la oportuna causa, el fiscal pide la imposición de la pena de muerte para los cuatro procesados”. Un día más tarde, La Unión Católica publicó el mismo relato de los hechos.

El juicio se demoró hasta noviembre. “Han empezado las sesiones de la vista de la causa seguida por robo y homicidio contra cuatro procesados, para quien el fiscal pide pena de muerte”, informó El Correo Español. Es importante señalar que el periódico hablaba de causa judicial por robo y homicidio, no por asesinato. También cabe mencionar un fallo a la hora de aludir a la víctima: en lugar de como Juan Pérez Serrano, el medio lo citó como Francisco Serrano.

Noticia del veredicto del crimen de Lahiguera en El Día de Madrid del 4 de diciembre de 1893.
Noticia del veredicto del crimen de Lahiguera en El Día de Madrid del 4 de diciembre de 1893. / Hemeroteca digital de la BNE

Veredicto y condena para los cuatro detenidos

El Día publicó el veredicto el 4 de diciembre. Habían pasado casi dos años desde el crimen. El jurado consideró a los cuatro procesados culpables de la muerte del hacendado de La Higuera. Se desestimaron las agravantes y se apreciaron “algunas atenuantes”. En la noticia no se indica cuáles, ni tampoco dio detalles al respecto El Estandarte, que se hizo eco del veredicto un día después, el 5 de diciembre. Tras los informes pertinentes, el tribunal de Derecho dictó sentencia y condenó a los cuatro acusados a cadena perpetua -no a la pena de muerte, que era lo que quería el fiscal- y a indemnizar con 2.000 pesetas a la viuda de la víctima. Eran Juan de Dios Fernández, apodado ‘Mataviejas’ -el que trató de fugarse de la cárcel-; Manuel Ruano, ‘Cachete’; Juan Barragán, ‘Nano’, y Francisco Pérez, ‘Colmenilla’. Sus nombres quedaron ese día grabados con tinta indeleble en las páginas de la crónica negra de Jaén.

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