El padre de acogida del menor fallecido en Linares pide "perdón" a la familia biológica por el "terrible accidente"

Sucesos

En una carta, Rafael, investigado por posible homicidio imprudente, asegura que el pequeño Juanjo fue "inmensamente feliz" el tiempo que permaneció con él y su mujer, Isabel, y dice que aceptará "cualquier decisión" de la Justicia

El caso del niño fallecido en Linares sigue adelante sin imputación ni medidas contra el padre de acogida

Coche de la Policía Nacional en el lugar de los hechos.
Coche de la Policía Nacional en el lugar de los hechos. / EFE/José Manuel Pedrosa

Rafael, el hombre de unos 70 años investigado por la muerte en Linares de un niño de casi dos años del que era padre de acogida, ha mostrado en una carta remitida a los medios por su abogada, Rocío Garrido, su tristeza por la “dolorosa pérdida" de su “amado Juanjo”: “Desde el dolor de nuestra propia familia no hay nadie que pueda comprender mejor que mi mujer y yo la enorme sensación de pérdida que experimentarán sus padres y familia biológica que se encuentran en nuestro corazón y a quienes pedimos humilde y vehementemente su perdón y comprensión por este terrible accidente”.

Rafael declaró este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Linares, cuyo titular decidió dejarlo en libertad en calidad de investigado mientras se recaban todas las pruebas necesarias para aclarar los hechos. El maestro jubilado y su mujer, Isabel, eran los padres de acogida del menor fallecido desde hacía un mes y medio. Este martes, Rafael llevó al niño a la guardería en coche, pero no avisó por wásap a las cuidadoras -como solía hacer- para que lo recogieran, así que se quedó encerrado en el vehículo durante horas, hasta que su padre de acogida se percató de lo que su defensa califica como “lapsus” debido a la medicación que tomaba por una neumonía. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por la vida del pequeño. Según el informe preliminar de la autopsia, la muerte fue accidental y se produjo por anoxia, es decir, falta de oxígeno en el cerebro.

“Lo único importante es que se ha producido el fallecimiento de un menor que tenía dos familias que lo amaban profundamente”, dice Rafael en su carta. Hay que recordar que la familia biológica del niño inició el viernes los trámites para personarse en la causa. “Sus familiares deben saber que, desde el primer día, Juanjo ha sido inmensamente feliz el tiempo que ha estado con nosotros y que se había ganado nuestro amor incondicional que ha sido estimulado y compensado por los visibles y notables progresos en la superación de las carencias con las que llegó a nuestra casa”, prosigue el investigado.

Rafael destaca el “apoyo sin medida” que él y su mujer han recibido por la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ángela Hidalgo, así como por el Servicio de Protección de Menores y otros organismos y responsables vinculados al acogimiento de menores en la provincia de Jaén. Es más, asegura que la Junta no descuida “en absoluto” la “vigilancia de la idoneidad de los acogedores y el estado de los menores a su cargo”.

Lamento haber defraudado las expectativas de tanta gente buena y profesional que nos ha acompañado a lo largo de los últimos ocho años en nuestro desempeño como acogedores”, agrega antes de valorar la “gran calidad humana, empatía e interés” de la Policía Nacional, el personal de los juzgados, la fiscal y el juez que instruye el caso: “Cuando afirmo que ‘creo en la justicia’ no quiero decir, que creo que ésta va a fallar en mi favor, sino que aceptaré en mi corazón y haré mía cualquier decisión que emane de los órganos judiciales competentes”.

Por último, anima a otras familias a que “se sumen a este maravilloso proyecto de vida, de entrega y sacrificio, pero de tanto amor” que es el acogimiento familiar: “Queremos hacer un llamamiento a todas aquellas familias que ya son acogedoras o que están trámite de serlo y que nos ha mostrado su incertidumbre y sus miedos ante estos acontecimientos que descarten cualquier pensamiento negativo y sigan adelante. Que sólo las familias de buen corazón pueden hacer actos tan generosos como este y ellas están preparadas para hacerlo”.

Carta íntegra de Rafael:

En el nombre de mi familia y el mío propio, nos gustaría, en primer lugar, destacar que lo único importante de todo esto es que se ha producido el fallecimiento de un menor que tenía dos familias que lo amaban profundamente. Desde el dolor de nuestra propia familia no hay nadie que pueda comprender mejor que mi mujer y yo la enorme sensación de pérdida que experimentarán sus padres y familia biológica que se encuentran en nuestro corazón y a quienes pedimos humilde y vehementemente su perdón y comprensión por este terrible accidente. Sus familiares deben saber que, desde el primer día, Juanjo ha sido inmensamente feliz el tiempo que ha estado con nosotros y que se había ganado nuestro amor incondicional que ha sido estimulado y compensado por los visibles y notables progresos en la superación de las carencias con las que llegó a nuestra casa.

Es de rigor mencionar el apoyo sin medida que nos ha mostrado la DELEGACION TERRITORIAL DE INCLUSION SOCIAL, JUVENTUD , FAMILIAS E IGUALDAD y el Servicio de protección de Menores y, personalmente, la Delegada Provincial, Doña Ángela Hidalgo, desde el principio del Acogimiento y a lo largo de estas trágicas jornadas así como la generosa entrega de la UTE de Servicio de Acompañamiento al Acogimiento Familiar y la Adopción y muy en especial a nuestro técnico que nos ha acompañado en todo momento y especialmente a Charo Morales por su implicación y apoyo con el respaldo de la Federación Andaluza de Asociaciones de familias de Acogida y Colaboradoras.

Es muy importante que la opinión pública sepa que ni el Servicio de Menores, ni la DELEGACION TERRITORIAL DE INCLUSION SOCIAL, JUVENTUD , FAMILIAS E IGUALDAD de la Junta de Andalucía, descuida en absoluto la vigilancia de la idoneidad de los acogedores y el estado de los menores a su cargo. Los acogedores nos sometemos de buen grado a todo tipo de mostraciones de nuestra idoneidad que se encuentra continuamente supervisada y monitorizada por personal especializado de la Junta o dependiente de esta. Lamento haber defraudado las expectativas de tanta gente buena y profesional que nos ha acompañado a lo largo de los últimos ocho años en nuestro desempeño como acogedores.

Aprovechamos para agradecer al Cuerpo Nacional de Policía y a los inspectores de la Policía Judicial de Linares, así como al personal de los juzgados, Sra. fiscal y Su Señoría el Juez por el interés en este caso y especialmente poner de manifiesto su gran calidad humana, empatía e interés en el esclarecimiento de las circunstancias que rodean el desgraciado fallecimiento del inocente Juanjo. Cuando afirmo que “creo en la justicia” no quiero decir, que creo que ésta va a fallar en mi favor, sino que aceptaré en mi corazón y haré mía cualquier decisión que emane de los órganos judiciales competentes.

No podemos dejar pasar esta ocasión sin darle las gracias a todos aquellos -vecinos, amigos, conocidos y a todos los linarenses- que nos conocen y a los que no nos conocen por su generosa valoración de nuestras personas y nuestra actividad en el mundo del Acogimiento que tan franca y generosamente han expuesto en la redes sociales y ante los medios de comunicación. Al mismo tiempo agradecemos a los miles de personas conocidas o no que nos han enviado mensajes personales aprovechando las redes sociales, intentando consolarnos.

Merecen, asimismo, nuestro reconocimiento los profesionales de los medios de comunicación que con tanto cariño han tratado el caso de Juanjo y han respetado nuestro dolor.

No podemos olvidar a los cientos de acogedores que nos conocen o no, pero han tenido amables muestras de solidaridad y apoyo con nuestra familia y a los que iremos contestando poco a poco a los miles de mensajes que nos han llegado.

Por último, es necesario hacer una reflexión sobre la figura del acogimiento familiar. Desde esta desgraciada tribuna que me da la dolorosa pérdida de nuestro amado Juanjo, quiero hacer un llamamiento a aquellos que han visto algo hermoso en el Acogimiento tomándonos a mi mujer y a mi por referentes en algún momento para que se sumen a este maravilloso proyecto de vida, de entrega y sacrificio, pero de tanto amor y sigan nuestros pasos. Queremos hacer un llamamiento a todas aquellas familias que ya son acogedoras o que están Trámite de serlo y que nos ha mostrado su incertidumbre y sus miedos ante estos acontecimientos que descarten cualquier pensamiento negativo y sigan adelante. Que sólo las familias de buen corazón pueden hacer actos tan generosos como este y ellas están preparadas para hacerlo.

De aquí nos llevamos en nuestros corazones las palabras de la abuela de uno de los niños que tuvimos acogidos en las que se resume el mayor reconocimiento que se le puede hacer a un acogedor y guardamos para nosotros junto con el imborrable recuerdo de estos últimos ocho años que han sido de los mejores de nuestra vida y los mejores de nuestro matrimonio. El privilegio tan grande que hemos tenido de haber formado parte de la vida de estos niños y me despido con una frase que siempre utiliza Isabel para decir que no hay cosa más bonita en este mundo que hacer feliz a un niño

Muchas gracias

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